Mojarse en Sábado Santo es una práctica popular derivada de las celebraciones de Semana Santa en México, las cuales son una combinación de ritos religiosos y tradiciones populares que en muchas ocasiones están alejadas de los dogmas de la religión católica.En el imaginario colectivo el Sábado Santo y Sábado de Gloria significan lo mismo, pero la realidad no lo es. La religión de los católicos señala que el Sábado Santo es un día de luto, pues se conmemora la muerte de Jesús un día antes. Pero para evitar los ayunos estrictos y prolongados que exigían no probar bocado desde una noche anterior y que concluían hasta participar en la eucaristía, la Iglesia celebraba la vigilia de la resurrección la mañana del sábado con la apertura de la gloria, por eso era conocido popularmente como Sábado de Gloria. Es a partir del Concilio Vaticano II, convocado por el papa Juan XXIII en 1959, que se hicieron varias reformas litúrgicas, con lo que el rito se modificó. Con el cambio, la norma pide sólo el ayuno de una hora antes de recibir la comunión.Tomando en cuenta las modificaciones del Concilio, hoy en día el Sábado de Gloria debe ser de espera y no de festejo como era anteriormente, esto se debe a que Jesús aún está en la tumba, próximo a su resurrección el día siguiente. Con esto queda claro que debe ser el domingo cuando se realizan los festejos.Una vez aclarado el aspecto religioso vamos a darnos un chapuzón.Hay diferentes historias de cómo inició la tradición de mojarse el Sábado Santo. Una de ellas surge en la época del imperio romano. Es en el siglo IV que el emperador Teodosio I establece el cristianismo como religión oficial de Roma. Con esto se impulsó el catecismo y el modelo de iglesia que sigue vigente hasta nuestros días.Una de las obligaciones que tenían los nuevos cristianos era la del bautizo, ritual de iniciación que consiste en purificar el alma del nuevo creyente con agua bendita. Así, los primeros bautizos se realizaron de manera comunitaria el Sábado Santo, cuando los sacerdotes arrojaban agua a todas personas que asistían a la plaza principal de las distintas comunidades. Esa práctica siguió con algunas modificaciones, pues ahora los bautizos se realizan meses después del nacimiento de una persona.Otra de los posibles orígenes de la tradición de mojarse en Sábado Santo tiene que ver con las estrictas medidas que la Iglesia imponía a sus creyentes en la Edad Media y que siguieron vigentes hasta el Concilio Vaticano II. Se consideraba que las conmemoraciones de Semana Santa deberían ser muy espirituales, estaba prohibido hacer cualquier tipo de actividad, incluso tomar un baño. Era hasta el sexto día de la semana que las personas podían regresar a realizar sus actividades normales, así que aprovechaban el hacer chapuzones comunitarios en los barrios populares de las distintas ciudades de México y en otros países cristianos.Es en la década de los años noventa, las distintas autoridades municipales y estatales en todo el país comenzaron con las recomendaciones de evitar la tradición del mojarse en Sábado Santo, debido a la escasez, cortes y tandeos de agua.