Según los científicos, respirar el aire que estos días llenó a la Ciudad de México, con problemas crónicos de contaminación y que toda una semana estuvo ahogada por el humo de varios incendios, equivalía a fumar entre cinco y 10 cigarros diarios.El viernes sumaron cuatro días de una alerta por contaminación que obligó a emprender medidas extraordinarias como suspender clases y sacar de circulación a entre 7% y 10% de los más de cinco millones de vehículos que transitan diariamente en la capital.Los capitalinos vieron pasar la semana en medio de una nube grisácea, un inédito olor a quemado en el ambiente y escuchando recomendaciones de las autoridades, como permanecer en lugares cerrados y evitar ejercitarse al aire libre.