El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) adjudicó de manera directa la adquisición de dos mil 500 ventiladores, a sobreprecio, a un proveedor que ha sido sujeto a investigación por la Secretaría de la Función Pública (SFP) e incluso sentenciado en los Estados Unidos por tejer una red de empresas fantasma, reveló una investigación de Mexicanos Unidos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).El nombre de la empresa favorecida en marzo con la adjudicación directa por 93 millones de dólares para los dos mil 500 ventiladores es Levanting Global Servicios LLC, la cual ni siquiera se dedica a la manufactura de equipo médico, sino a la proveeduría para la industria petroquímica y de generación de energía.De acuerdo a la investigación de MCCI, Baldemar Pérez Ríos, quien reside en Huston, Texas, es el dueño de la empresa. En Julio de 2017 fue sentenciado en los Estados Unidos por ser un supuesto prestanombres en un fraude millonario de una compañía fantasma que engañó a inversionistas de ese país y que también intentó estafar a Petróleos Mexicanos.La organización incluyó el testimonio de Lorenza Garza Allende, presidenta del Colegio de Ingenieros Biomédicos, quien cuestionó, entre otros expertos, el precio al que fueron vendidos los equipos, a 44 mil 500 dólares cada uno, puesto que los de mejor calidad y de manufactura alemana cuestan alrededor de 20 mil dólares. El pasado 13 de abril, la Dirigencia Nacional del Partido Acción Nacional denunció que en esta operación la empresa Levanting Global Servicios LLC funge como intermediaria entre el IMSS y la compañía china Stefano International Commerce Co., LTD, donde ésta última cuenta con un contrato para proveer los dos mil 500 ventiladores por 32 millones de dólares a la empresa de Pérez Ríos, que vendió por 93 millones el mismo equipo.En México, Pérez Ríos fue investigado por la SFP por tejer una red de 30 “empresas fantasma” con las que se hizo de contratos millonarios con Pemex entre los años 2000 y 2010.La investigación de la SFP indicó que Pérez Ríos sobornaba a funcionarios de la petrolera, dañaba intencionalmente el equipo que importaba para pagar menos impuestos, falsificaba documentos e incumplía de contratos, según declaraciones de sus allegados incluidas en expedientes oficiales.A grandes rasgos, sus “empresas fantasma” participaban en las mismas licitaciones para provocar un sobreprecio de los productos que compraría Pemex.El 27 de marzo pasado el Presidente, Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para que el Gobierno Federal pudiera adquirir directamente y sin licitar equipo médico para enfrentar la crisis por el COVID-19.Tres días después, adjudicó directamente la compra de ventiladores a una empresa que no tiene experiencia en el ramo.NR
