Mañana es 19 de septiembre, una fecha que en México es recordada con pesar debido a los devastadores terremotos de 1985, 2017 y 2022. Dicha fecha ha adquirido una connotación ominosa, dando lugar a la creencia de que este día "atrae" a los sismos. Sin embargo, la ciencia descarta la existencia de patrones predictivos para estos fenómenos naturales ¿Qué dicen los expertos al respecto?Los fenómenos naturales complejos, como los terremotos, no pueden preverse con antelación. A pesar de los avances en la sismología, aún no se ha desarrollado una técnica efectiva para anticipar estos eventos. Los terremotos son el resultado del movimiento de placas tectónicas, fragmentos de la corteza terrestre que se desplazan y chocan, generando temblores. Aunque se han realizado numerosos estudios para predecir sismos, los resultados no han sido concluyentes.México es particularmente susceptible a terremotos debido a su ubicación en el borde de cinco placas tectónicas: la del Caribe, la del Pacífico, la de Norteamérica, la de Rivera y la de Cocos. La interacción de estas placas provoca que el país experimente un promedio de cuatro temblores diarios.De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional de México (SSN), entre 1900 y 2022, se han registrado 260,634 terremotos en la región, 86 de ellos con magnitudes superiores a 7.0. Sólo en 2022, se reportaron 29,872 temblores.En lugar de ser un fenómeno inexplicable, la coincidencia de terremotos en el 19 de septiembre puede ser vista como un caso de azar dentro del contexto de una región sísmicamente activa.La probabilidad de que tres de los sismos más significativos ocurran en la misma fecha puede parecer remota. Sin embargo, esta percepción cambia cuando se analiza desde la perspectiva de la paradoja del cumpleaños. En un grupo de 23 personas, la probabilidad de que al menos dos cumplan años el mismo día es del 50%. Aplicando este concepto a los terremotos, la probabilidad de que tres sismos significativos coincidan en la misma fecha, aunque baja, no es tan improbable como podría parecer a simple vista, esto de acuerdo con National Geographic.El análisis matemático muestra que, en lugar de ser una fecha "maldita", el 19 de septiembre podría simplemente ser una coincidencia estadística. La alta incidencia de terremotos en México y la coincidencia en fechas específicas no son tan extraordinarias desde el punto de vista probabilístico. Según la UNAM, la ocurrencia de tres sismos de magnitud superior a 7 en la misma fecha es una mera coincidencia sin explicación científica directa.Los expertos aseguran que no hay ninguna razón científica para considerar esta fecha como particularmente especial en términos de actividad sísmica. En definitiva, se trata de una cuestión de matemáticas y probabilidad, más que de un patrón real.NA