Con el plagio y homicidio de David Otlica Avilés, presidente municipal de Nahuatzen, Michoacán, ya son tres los alcaldes asesinados en lo que va del sexenio, de acuerdo con la consultora de riesgos Etellekt.Otlica Avilés fue privado de su libertad ayer por la madrugada, denunciaron sus familiares. Aseguraron que previo al plagio el alcalde acudió a una reunión con comuneros de Sevina, con quienes se seguía el diálogo para la asignación de presupuesto directo y, tras esa cita, personal del Ayuntamiento lo acompañó hasta su vivienda, en el poblado de San Isidro, de donde horas después fue sustraído por un supuesto grupo armado.Se supo de él por la mañana, pero ya no tenía vida. La Fiscalía de Michoacán confirmó el asesinato y precisó que el cuerpo de Otlica Avilés tenía huellas de tortura y ataduras en pies y manos. Lo abandonaron en el poblado El Cortijo Viejo, municipio de Coeneo, a 110 kilómetros de Nahuatzen.*Incluye ediles en funciones, electos y con licencia.Fuente: Etellekt.El asesinato del presidente municipal de Nahuatzen, David Eduardo Otlica Avilés, el tercero en lo que va del sexenio, desató un conflicto entre sus simpatizantes e integrantes del Concejo Indígena de ese lugar.Con piedras, palos, machetes y bombas caseras, ambos grupos antagónicos se liaron, lo que dejó al menos tres personas lesionadas.Los seguidores de Otlica Avilés irrumpieron en una vivienda de la cabecera municipal y causaron destrozos. Lanzaron bombas molotov y arremetieron contra los comuneros.El choque entre pobladores e inconformes fue dispersado por los policías estatales.Los simpatizantes del alcalde perredista responsabilizaron del asesinato al Concejo Indígena, mientras que los comuneros lo negaron y exigieron a las autoridades el esclarecimiento del hecho criminal.El homicidio tuvo como antecedente una reunión, la tarde del lunes, entre el alcalde y comuneros del poblado de Sevina, quienes exigían el manejo directo del presupuesto.Otlica fue cuestionado desde su arribo a la alcaldía por una fracción de la población que se pronunciaba contra la elección de autoridades por partidos políticos y luchaban por la implementación de usos y costumbres en la designación de sus representantes.El 4 de abril, el Concejo Indígena de Michoacán denunció que el Ayuntamiento encabezado por Otlica Avilés, mediante una estrategia de confrontación y violencia, impidió el cumplimiento de una sentencia emitida por el Tribunal Electoral del Estado.Ese documento ordenaba “la transferencia del presupuesto directo, que proporcionalmente le corresponde a la comunidad originaria de Sevina, incumpliendo la sentencia del Tribunal por segunda ocasión”.Los inconformes dijeron que el alcalde evitaba que ejercieran su presupuesto.