Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, como la forma más efectiva de prevenir los contagios de COVID-19, romper las cadenas de transmisión del virus mediante pruebas de detección y posterior aislamiento del paciente, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, refirió ayer que, ante el tamaño de la crisis sanitaria, emplear pruebas masivas en la población sería desperdiciar tiempo y recursos. “No nos interesa porque es inútil, costoso e inviable aplicar una entrevista (o prueba) a todas las personas de un país”, dijo durante una reunión virtual con senadores, donde añadió que “ningún país sabe exactamente cuántos casos tiene de COVID-19”.A lo largo de la pandemia, el organismo internacional ha insistido en que los países no deben dejar de “probar y aislar” para salvar vidas.