Un estudio elaborado por el Compás Joven de Solidaridad Internacional A.C (Sikanda) señala que los jóvenes del estado de Oaxaca sufren de discriminación y machismo en el ámbito laboral, además de que se ven obligados a desertar de la escuela por la necesidad de encontrar oportunidades de crecimiento económico. Estas condiciones, reafirma el estudio que además analizó las oportunidades de trabajo de jóvenes entre 15 y 29 años, se agravaron importantemente durante el confinamiento por la pandemia de Covid- 19. "El propósito fue conocer las oportunidades a las que acceden laboralmente las y los jóvenes, así como el impacto de la pandemia en ellas, en un clima de emergencia sanitaria, desempleo y precariedad que ya existía previo a la pandemia", compartió Sikanda.El estudio realizado en Oaxaca por la asociación entre el mes de febrero y septiembre del 2021 con jóvenes de las regiones Mixteca, Costa, y Valles centrales, promueve puntualmente el fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil para generar condiciones de inclusión sociolaboral para las personas jóvenes y su reconocimiento como sujetos de derechos, esto a través de la colaboración con juventudes y actores públicos, privados y educativos en Oaxaca y San Luis Potosí, así como en alianza con Educación y Ciudadanía A.C. (EDUCIAC).Según apunta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sólo durante el 2020 en Oaxaca habitaban cuatro millones 165 mil 619 personas, de las cuales, un millón 240 mil 207 eran jóvenes de entre 12 y 29 años, lo que representa 32.6% de la población.Dicho estudio de del Sikanda se centró en cuatro ejes fundamentales: el arte como medio de vida, la producción y transformación de alimentos, proyectos de economía social y organizaciones civiles. "Cada región tiene sus particularidades. Por ejemplo, en la Costa las juventudes laboran principalmente en el sector hotelero", señalaron.Como parte del estudio diagnóstico fueron consultados 220 jóvenes oaxaqueños, quienes compartieron información sobre sus contextos particulares. Los resultados de dicho estudio serán publicados en junio del año venidero.En estas regiones mencionadas –Costa, Mixteca, y Valles Centrales- las juventudes enfrentan un mercado laboral formal muy restringido y con dinámicas de discriminación, en una lógica que privilegia "la blancura". Así lo apuntó Sikanda. "No hay un reconocimiento equitativo que considere la trayectoria familiar y comunitaria de las juventudes", detallan.El estudio arrojó que las y los jóvenes comienzan sus trayectorias laborales desde muy temprana edad, sumándose en su mayoría a negocios y labores familiares. Sin embargo, esta experiencia no es considerada cuando "entran a competir" en el mercado laboral formal.En la Costa, insisten, la oferta formal está orientada mayormente al turismo, pero las nuevas generaciones tienen una alta conciencia ambiental, por lo que están involucradas en proyectos de conservación, así como en propósitos sociales. "Para las juventudes, el modelo turístico que se promovió hace unas cuatro décadas no es ideal, es digno de debatir, pues quienes trabajan en ese sector no tienen las prestaciones suficientes, mientras que el impacto social y ambiental de esas actividades y lugares no siempre es positivo", señalan.Según el INEGI, en Oaxaca había un millón 851 mil 937 personas (60.2%) durante el primer trimestre de 2021, las cuales formaban parte de la población económicamente activa (PEA).Discriminación, misoginia y Covid-19: la trinidad a la que se enfrentan las mujeres oaxaqueñas en el sector laboralLos jóvenes, destaca la asociación, son capaces de distinguir prácticas discriminatorias, mismas que la mayoría de las ocasiones alcanzan al sector femenino, quienes además de tener menores oportunidades en todos los sectores, se ven obligadas a encarar procesos de contratación que suelen tener características misóginas. Al respecto, dicen que "Muchas de ellas argumentan que como parte del proceso de selección los encargados piden llevarlas a comer, situaciones que no enfrentan sus contrapartes masculinas".Aunque las juventudes inmersas en el mercado laboral identifican los factores que refieren a prácticas machistas y discriminatorias, agrega la asociación, no cuentan ni con las herramientas ni con los recursos para erradicarlas.Asimismo, el estudio arrojó que de la población económicamente activa en Oaxaca, un millón 65 mil 347 personas (57.2%) son hombres, en contraposición a las 786 mil 590 (42.4%) que son mujeres, de acuerdo con el INEGI.Por su parte, Angélica Ayala Ruiz, presidenta del Grupo de Estudios sobre la Mujer, Rosario Castellanos (GES Mujer), indica que las consecuencias de la pandemia por Covid-19 no sólo se ven reflejadas en materia de salud sino también en todas las áreas de la sociedad, incluyendo las económicas.Por esta razón, añade Sikanda, la gran mayoría de las mujeres jóvenes están empleadas en el sector informal, el cual se vio severamente golpeado por la pandemia, y que puso una larga pausa en plazas y mercados, afectando directamente la economía de las familias.Pese a la precariedad en la remuneración de los trabajos informales, estos son el principal sustento de familias enteras, por lo que, ante la ausencia de estos en pandemia, las mujeres tuvieron que iniciar pequeños emprendimientos y tejer redes para subsistir económicamente."Las mujeres además se encargan de actividades domésticas, lo que las pone en desventaja porque limita sus oportunidades para su formación económica y conseguir empleo", narra Sikanda.La presidente del GES Mujer señaló que a raíz de la pandemia ha aumentado la carga de trabajo para muchas mujeres durante el confinamiento, pues además de dedicarse a las labores domésticas, se hacen cargo de la crianza de hijos y del trabajo desde casa. A esta situación de desigualdad social, se suma el tema de la violencia de género."La violencia basada en el género ha mostrado un incremento, derivado de la mayor presencia de los varones en el espacio doméstico en el contexto del confinamiento en casa, lo que incluye la violencia sexual", señala la activista.Pese a que en el estado de Oaxaca hay 570 municipios, sólo los que rebasan los 2 mil 500 habitantes cuentan con planteles de educación media superior, según los datos que revela la Secretaría de Educación Pública (SEP). Entretanto que la Coordinación General de Educación Media Superior y Superior, Ciencia y Tecnología, indica que hay 770 planteles para este nivel educativo en la entidad.La SEP, por su parte, apunta que durante el ciclo 2020-2021, en medio de la pandemia por Covid-19, la mayor afectación en el sector educativo se registró en el nivel medio superior, con tasas de decrecimiento de 2.27% con respecto al ciclo 2018-2019, y de 3.24%, en comparación con el ciclo escolar 2019-2020."Las y los jóvenes de comunidades que cambiaron sus lugares de residencia para poder estudiar, durante la pandemia regresaron a sus comunidades de origen. Por una parte, tuvieron que fortalecer la unidad familiar, los negocios, las labores domésticas. Pero muchas personas decidieron abandonar la escuela y permanecer en sus comunidades", apuntó la asociación.El INEGI resaltó que los principales motivos de no inscripción a los planteles educativos se encuentran situaciones relacionadas principalmente con el Covid-19 (35.9 %), seguido por la falta de recursos económicos (25.7 %), y finalmente porque tenían que trabajar (18 %).El Compás Joven señala que pese a lo poco esperanzador del panorama de la deserción escolar, las y los jóvenes continúan buscando alternativas de crecimiento desde sus comunidades. Después del estudio y la evaluación que presentará la organización, esta también compartirá recomendaciones a las autoridades, mismas que incluyen, entre otras cosas, reconsiderar el uso del espacio público, pues los parques y sitios deportivos fueron cerrados durante la pandemia."Estos espacios son vitales y su cierre aumentó los efectos negativos del encierro. Hay que motivar la participación de los jóvenes en estos espacios y la inversión oficial en los mismos", expresaron.De la misma manera, la organización propone crear políticas públicas para el cuidado y la asignación de las tareas domésticas, mismas que suelen recaer principalmente en las mujeres jóvenes.La Sikanda añadió que es muy urgente la pertinencia y vitalidad de la economía social y solidaria, es decir, promover proyectos comunitarios y cooperativas que sirvan para fortalecer la economía de las comunidades, especialmente durante los momentos de crisis, como lo es el de la pandemia.