Descentralizar a la Secretaría de Educación Pública (SEP) al estado de Puebla, como lo propuso el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, resultará demasiado costoso y distraería la atención de la administración federal de los asuntos más urgentes de esa dependencia, entre ellos avanzar en la implementación del nuevo modelo educativo, coincidieron especialistas consultados.Mudar oficinas de la SEP es un asunto "muy complejo", puesto que involucra a miles de trabajadores, por lo que se requiere reflexión y cálculo, principalmente por la cuestión de los recursos humanos y las dificultades que implica que tanta gente cambie su residencia, consideró Carlos Ornelas, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).De acuerdo con información de la SEP, la dependencia tiene más de 17 mil trabajadores y 40 edificios, de los cuales 15 son de propiedad federal y el resto arrendados. Especialistas consideran que se debe analizar ese plan para no afectar a los empleados.Lo mismo sucede con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), con una propuesta de cambiar su sede al estado de Oaxaca, un plan cuestionado por Susana Ochoa de Rojas, académica e investigadora de la Universidad Panamericana.La experta dijo que a pesar de que descentralizar las dependencias es una buena propuesta, el tema parece tener tintes políticos, debido a que no se conocen las razones principales de la estrategia planteada.Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, considera que hace falta una descentralización funcional y de coordinación entre instancias de gobierno, no geográfica.EDML