El director de la empresa Servicios de Agua y Drenaje, Juan Ignacio Barragán Villarreal, afirmó que con las lluvias que se registraron el lunes y martes de esta semana, cuando ya el suelo estaba bastante húmedo por precipitaciones de días previos, se empieza a observar un aumento en el volumen de las presas Cerro Prieto y La Boca, elevándose la esperanza de que la población de la zona metropolitana tendrá una situación menos complicada que en 2022, cuando se presentó la peor crisis hídrica en la historia del estado.Advirtió, sin embargo, "no se debe malinterpretar, no está resuelta la situación, pero con esto tendremos un verano muchísimo más tranquilo que el año pasado". Mencionó que las precipitaciones históricas promedio para el mes de marzo son de 22 milímetros y mientras en dicho mes del año pasado prácticamente hubo cero precipitaciones, en 2023 cayeron 24.2 milímetros de precipitaciones observándose un cambio en el patrón atmosférico de sequía que venía presentándose desde octubre pasado.Analizado por regiones en el norte del estado donde el promedio histórico para marzo es de 22 milímetros este año fue de 55 milímetros, mientras en la región citrícola donde se localizan las presas La Boca y Cerro Prieto, el promedio es de 31.4 milímetros, este año fue de 41.2 milímetros y esta tendencia se ha observado en todas las regiones con excepción del sur de la entidad, que registra lluvias acumuladas por debajo del promedio y ha sido necesario enviar brigadas a Galeana, Doctor Arroyo y Mier y Noriega para analizar medidas a fin de mejorar el abastecimiento. Barragán dijo que lo más extraordinario para levantar el optimismo se ha presentado en abril, pues la región citrícola que tiene un promedio de 55.2 milímetros de lluvias en promedio para todo el mes y que en 2023 registró 16.2 kilómetros, lleva acumulados 109 milímetros y hasta 160 milímetros en algunas estaciones pluviométricas.Para abril, mayo y junio se esperan lluvias superiores al promedio, pero, aunque en julio y agosto serían ligeramente inferiores, con la recarga que tendrían las presas si se cumple el pronóstico para el periodo abril-junio, no se presentarían problemas para el suministro de agua potable, porque además para el próximo verano, en junio o julio, entraría en operación el acueducto El Cuchillo II, que dotaría a la ciudad de hasta cinco mil litros por segundo, y en septiembre que es el mes más con más precipitaciones, se registrarían lluvias por encima del promedio, dijo Barragán. CT