Migrantes devueltos a ciudades mexicanas fronterizas como parte del protocolo de protección a ese grupo se preparan para regresar a Estados Unidos (EU), luego de que organizaciones civiles exigieran detener la aplicación del programa que impedía a los solicitantes de asilo esperar en ese territorio durante el proceso legal.Saúl es uno de más de mil centroamericanos exiliados. Desde hace más de un mes está en una de las ciudades más violentas del país, con más de dos mil 500 personas asesinadas en 2018: Tijuana. Huyó de Honduras para esquivar la muerte, viajó como parte de las caravanas que llegaron a la ciudad desde noviembre pasado, y terminó atrapado en la frontera, donde el narcotráfico y el consumo de droga son una realidad común.Duerme en Juventud 2000, un refugio enclavado en una esquina de Tijuana, donde al menos otras 150 personas más comparten su espacio en casas de campaña.El Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que desde enero hasta el 8 de abril -cuando un juez federal ordenó al Gobierno de EU detener el protocolo de protección- fueron retornados mil 323 migrantes a los puertos fronterizos de Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez: 308 familias.Migrantes, en su mayoría centroamericanos, alojados en Mapastepec, Chiapas, tuvieron un enfrentamiento verbal y lanzaron piedras a policías tras denunciarse la presunta detención de un cubano y un hondureño. Ahí hay unos dos mil 500 migrantes que esperan una visa humanitaria.