El Gobierno de México parece haber cambiado de estrategia tras los operativos de agosto, por los que agencias de Naciones Unidas denunciaron el uso excesivo de la fuerza contra los migrantes, y ahora no intenta convencer a la caravana -que desde hace una semana se mueve por el sur del país- que acepte sus propuestas de regularización e insiste en denunciar que se está manipulando a los más vulnerables.“El Instituto Nacional de Migración enfatiza que no se juega con la salud y la vida de las personas” y que no debe usarse a los más vulnerables “con fines mediáticos”, indicó el INM en un comunicado ayer. El INM recordó que su oferta para dar visas humanitarias a mujeres embarazadas menores, enfermos y discapacitados fue rechazada por los activistas que acompañan al grupo -Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana A.C, e Irineo Mujica, de Pueblos sin Frontera- sigue en pie y que el Instituto “no pretende ni busca la separación de las familias, sino mantener la unidad e integración de las mismas”.Los migrantes desconfían dada la historia de décadas de corrupción, abusos y vínculos con el crimen organizado que tiene la agencia migratoria mexicana. Pero también porque, ya con este gobierno, migrantes que muestran documentos que, en teoría, les deberían permitir moverse con libertad por el país, son devueltos al sur del país y las autoridades han abandonado de forma anómala a cientos de migrantes en puntos fronterizos inhóspitos de la frontera con Guatemala aunque no fueran guatemaltecos.Pese a la lógica desconfianza, la oferta de regularización supone un cambio en la estrategia del Ejecutivo. El Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador emitió miles de visas humanitarias al inicio de su mandato, entre finales de 2018 y principios de 2019, para intentar regularizar el estatus de muchos de los integrantes de multitudinarias caravanas que entonces transitaban por México. Preocupa la salud de los niñosLa situación de los niños (mil aproximadamente) es una de las más preocupantes en el actual grupo y por eso desde el viernes optaron por empezar a caminar por la tarde- noche, para evitar el abrasador sol de la zona.