Durante los días previos al inicio de la Cuaresma, que arranca el Miércoles de Ceniza, en el mundo se celebra una serie de carnavales, siendo el martes el día más representativo, justo 40 días antes del Domingo de Ramos, al inicio de la Semana Santa.Para este 2023, el 21 de febrero se marca como el Martes de Carnaval, que es celebrado con festividades multicolores en varios puntos de México, siendo los más conocidos el de Mazatlán y el de Veracruz. Aunque también se celebran en Cozumel, Mérida y Campeche.Existen muchas versiones sobre su origen, nada con determinación. Para algunos, se remonta a fiestas ofrecidas por culturas como la egipcia, griega y romana a sus dioses principales, como una forma de agradecimiento a los favores recibidos, o para pedir buenaventura. Con el arraigo del cristianismo, el carnaval sufrió restricciones e, incluso, prohibiciones en su ejecución por rayar en los excesos, que se contraponía con las leyes rígidas y decorosas de la propia iglesia, que buscaba santificar cualquier tipo de celebración. El vicario de la parroquia Señor de la Paz en Lima, Perú, P. Marco Clavijo, compartió para la agencia católica Aciprensa que frente a la concepción errónea que algunas personas tienen sobre la Cuaresma, que ven en el ayuno, la limosna, la penitencia y el arrepentimiento algo tedioso, los carnavales son una manera de resaltar la alegría "con la que se tiene que entrar al tiempo de Cuaresma".Pero hoy en día, señala, los carnavales se han convertido en fiestas de disfraces, danzas y desfiles donde los excesos entre los participantes son comunes, marcados por el exceso en el consumo de alcohol y drogas. Por tal motivo, dijo el sacerdote, este tiempo, celebrado de manera correcta y enfocada en Dios, es un signo de vivir la Cuaresma con "la bendición, la alegría, la paz que Jesús nos quiere regalar en este tiempo de preparación, a la Semana Santa, al tiempo pascual".OA