Una jueza determinó este sábado prisión domiciliaria al exgobernador del estado de Puebla (2005-2011), Mario Marín, acusado de torturar a la periodista Lydia Cacho por descubrir una red de pederastia en México, por lo que portará un brazalete localizador y pagará una fianza.Lo anterior lo dio a conocer la misma Lydia Cacho a través de sus redes sociales, al tiempo que señaló que la jueza de Quintana Roo, Angélica Ortuño, le impuso también una multa de 100.000 pesos (unos 5.263,2 dólares).Es por ello que Cacho responsabilizó de cualquier cosa que le pase a ella, sus testigos y familia a la jueza Ortuño, pues aseveró es "un preso peligroso"."No ha sido exonerado Mario Marin; sin embargo, es un preso peligroso para mí, para mis testigos y mi familia.Hago responsable a la jueza Angélica Ortuño Suárez de cualquier cosa que pueda sucederle a mi equipo legal que estuvo hoy en la audiencia y a cualquiera de nosotras", comentó.El fallo sucede luego de que la defensa legal de Marín interpusiera un amparo para cambiar sus medidas cautelares, por lo que el exgobernador tendrá que llevar a cabo su proceso con arraigo domiciliario y no podrá salir del central estado de Puebla, donde tiene su domicilio.Hasta antes del cambio de sus medidas cautelares, Marín estaba preso en el Centro Federal de Readaptación Social 1, conocido como 'el Altiplano', donde llevaba 4 años bajo la medida de prisión preventiva. Si bien su caso no se ha resuelto, este cambio le permitirá seguir por fuera su caso.El temor de la periodista mexicana está fundado, luego de que escribiera el libro 'Los demonios del Edén', donde denunciaba una mafia de pederastia en México y la explotación comercial del sexo con menores, lo que provocó que fuera secuestrada por la policía y torturada durante 48 horas, hasta ser liberada después de pagar una fianza de casi 4.00 dólares en efectivo.El pasado 7 de agosto, Hugo Adolfo Karam, excomandante de la policía en Puebla y otro de los nombres que emergió tras el descubrimiento revelado por Cacho también salió del penal de Cancún, en el sureste mexicano bajo la misma figura.Otro de los nombres que sobresalieron de su libro es el de Succar Kuri, condenado a 94 años por delitos de pederastia y pornografía infantil y corrupción de menores y quien falleció en junio pasado. NA