Cincuenta años después de la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en el corazón de la Ciudad de México, miles de personas marcharon para recordar a los caídos y denunciar que la represión contra la protesta social persiste.La marcha fue encabezada por los sobrevivientes, aglutinados en el Comité 68, y quienes fueron acompañados por estudiantes universitarios, además de padres y familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.“La historia nos une, nos siguen matando”, decía una de las pancartas, mientras otra consignaba más casos emblemáticos de represión violenta contra protestas como Aguas Blancas (1996), Acteal (1997) y especialmente el de Ayotzinapa, sede de la escuela de magisterio rural donde estudiaban 43 jóvenes desaparecidos en 2014.Como muchos otros ciudadanos, Abel Mondragón homenajeó a las víctimas ante la ofrenda floral de la plaza antes de partir hacia la marcha. Tenía 13 años cuando sucedió la tragedia. “Vivo aquí enfrente y escuché los balazos como si fueran palomitas de maíz. En la mañana siguiente, vi los cuerpos en fila india con los zapatos apilados”, explicó. Medio siglo después, Abel Mondragón quiso estar en la plaza para recordar que “gracias a este movimiento, tenemos democracia actualmente en México”.Centenares de banderas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), los principales centros estudiantiles del movimiento del 68, decoraron la marcha.Los universitarios criticaron al Presidente Enrique Peña Nieto y denunciaron la grave problemática de grupos de choque que golpean a los estudiantes que protestan en los centros académicos.En el mitin del Zócalo, representantes universitarios se declararon “hermanados con la generación del 68” y avisaron de que es “hipócrita pedir perdón” sin “castigar a los asesinos”.