En la actualidad todos somos testigos de un mismo obstáculo, un mismo problema que afecta en diferentes medidas a la sociedad entera, sin importar el trabajo que realices, la edad que tengas, tu estatus social o grupo al que pertenezcas. Tan desafiante y desconocido para todos, sin embargo, es un hecho que también nos ha unido en la búsqueda de su solución. Se puede decir que por primera vez en mucho tiempo todos partimos desde una misma línea, no hay persona alguna que haya presenciado una pandemia a esta escala, así mismo no hay lugar alguno que esté a salvo de ella, todos y cada uno de nosotros luchando por adaptarnos y crecer, por encontrar la manera de construir un nuevo mundo que pueda enfrentarse a los desafíos por venir.Es ahí donde entran la juventud y adultos, buscando caminos y métodos diferentes para contrarrestar la enfermedad y seguir con nuestras vidas. Al todos tener la misma experiencia (“ninguna”) en pandemias mundiales, los puntos de vista de cada persona son decisivos para encontrar diversas salidas a esta problemática.Los jóvenes no se han hecho esperar proponiendo ideas, implementándolas en sus hogares y escuelas, en sus comunidades y creando diversos grupos que constantemente buscan desarrollar alternativas para apoyar a la sociedad. En estos grupos juveniles, los lideres son pieza fundamental para su desarrollo y sustento. Siendo agentes de cambio importante para su entorno, demostrándonos que son una pieza clave.Para obtener cimientos más fuertes es necesario que apostemos en mentes jóvenes y sus perspectivas innovadoras. En las ideas que brotan de ellos y que le dan una mayor oportunidad al cambio. Suena loco pero los jóvenes podemos aportar mucho valor a los cimientos actuales de nuestra sociedad, tomarnos en cuenta no significa cambiarlo todo sino simplemente hacerlo mejor en conjunto.Sara Isabel Bacquerie EstradaEntrevista a Viridiana RíosCon una curiosidad académica elevada y un liderazgo innato que desarrolló desde muy joven, Viridiana Ríos, es una analista política, doctora en gobierno por la Universidad de Harvard, además de una persona convencida y determinada a crear un México más justo; pero que no siempre tuvo las comodidades que muchos desaprovechan.“Soy la hija de dos adolescentes y crecí en una colonia popular de la CDMX. Vengo de abajo. Gracias a mi buena suerte, mi trabajo y mi curiosidad académica, logré llegar a estudiar un doctorado en Harvard, algo impensable para alguien de mi condición. Eso me dio la oportunidad de conocer a los ricos de México y sus bien particulares usos y costumbres, pero también me dio la oportunidad de tener un nivel de vida de clase media que mi madre, por ejemplo, nunca tuvo a mi edad”.Viéndose obligada a moldear su liderazgo desde muy joven, ella cree fielmente que los jóvenes son quienes tienen el poder y la responsabilidad de reimaginar el país en el que vivimos. Que cuentan con la ambición, la innovación y la fuerza para rediseñar el México que todos queremos.“Éste país necesita cambios profundos y radicales, pero inteligentes. Y esos cambios van a quedar en manos de los jóvenes”.Considera que el primer paso para crear un país más justo es desnormalizar las injusticias ya que nos hemos acostumbrado y hemos normalizado el hecho de tanta desigualdad socioeconómica que se vive a diario. Esto lo plantea de manera irrefutable en su reciente libro: No Es Normal, con el que busca (además de que más personas tengan las oportunidades que ella tuvo) detonar una urgente discusión pública sobre cómo cambiar la forma de hacer negocios, trabajar, pagar impuestos, gobernar y convivir en México para que haya más y mejores empresas, y más y mejores trabajos. “Quiero que demandemos un gobierno que deje de enfocarse exclusivamente en reducir la pobreza y comience a enfocarse obsesivamente en aumentar la clase media (que no es lo mismo). Y quiero que demandemos que los ricos contribuyan con su justa parte a un país que les ha dado tanto. Pido mucho, pero pedir no empobrece”.Este libro es para quien quiera que esté determinado a crear un México más justo. “Lo que me gustaría que sucediera es que cambiáramos el debate, que dejáramos de pensar que el problema es quien nos gobierna y comenzáramos a pensar que probablemente el problema es cómo nos dejamos gobernar y el tipo de democracia que tenemos, que es una democracia de muy baja temperatura donde las personas salen a votar y ya, se regresan a sus casas a quejarse durante seis años de quien está en el poder. Yo creo que este libro es un llamado a la organización de los ciudadanos para que demandemos un cambio profundo en las reglas de cómo funciona este país, porque hoy en día las reglas del juego hacen que las personas que tienen más dinero, las grandes empresas y quienes tienen el poder, vivan en un mejor México que el resto de nosotros y las reglas nos beneficien en detrimento del resto.”Al ser una académica, cuenta con las herramientas necesarias para utilizar los datos y la evidencia en cualquiera de sus argumentos, de forma que no sean opiniones únicamente, sino que sea un trabajo sustentado, un trabajo estadístico. El reto más grande para escribir su libro fue la intensidad de la investigación. Para su contenido se inspiró en las herramientas que regularmente utiliza para su investigación académica, es decir, análisis cuantitativo de datos, inferencia estadística y estudios de caso. #NoEsNormal se levanta sobre los hombros de 194 artículos y 120 libros escritos por más de 527 académicos, expertos y estudiosos de México. Cada estudio ha sido citado de manera formal.Mensaje súmate Mar Adentro“Sí se puede cambiar éste país; es mentira que aquí nos tocó vivir; aquí decidimos vivir porque éstas son las reglas del juego que creamos. Entonces urge cambiarlas.”