La falta de resultados en las investigaciones que deriven en el castigo a los responsables de los asesinatos de periodistas en México, como los 11 ocurridos este año, evidencia el alto índice de impunidad y la inseguridad en la que trabajan los comunicadores, afirman analistas.Ante esta situación las instituciones han quedado rebasadas y colapsadas, asegura Balbina Flores Martínez, representante en México de Reporteros Sin Fronteras."Hay un olvido sobre el asesinato a periodistas", critica.Rodrigo Santiago, director general del Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH, dice que mientras no haya castigo para los responsables de los homicidios, la impunidad "será caldo de cultivo". Santiago también subrayó que las agresiones contra comunicadores derivan en una autocensura, que a su vez crea una zona de silencio que afecta a todos los ciudadanos, porque los priva de conocer información relevanteDestacó que de un análisis de 170 averiguaciones previas de homicidios, desapariciones y atentados contra ese gremio, "encontramos que 90% de estos casos no se castigan. Sólo en 10% existe una sentencia condenatoria contra el agresor".Además, resaltó que en México, considerado un país peligroso para ejercer el periodismo en América, "han surgido inercias en los aparatos gubernamentales como respuesta a las susceptibilidades producidas por la crítica u opinión emitida desde la actividad periodística, acciones u omisiones que amenazan el ejercicio pleno de la libertad de expresión, que se traducen cada vez más en frecuentes violaciones a los derechos humanos que se realizan de forma directa e indirecta"."Entre las primeras destacan transgresiones a los derechos de seguridad jurídica, integridad y seguridad personal, libertad, legalidad, propiedad y posesión, las cuales, en su mayoría, quedan impunes por omisiones del Estado en la integración de las indagatorias correspondientes", especifica.