El debate en torno a la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) ha adquirido más fuerza que nunca.Las opiniones son encontradas, con un sector empresarial que considera que México no tiene las condiciones para establecer lo que la reforma estipula, y un gremio de trabajadores que exige mejor calidad en su vida laboral. La reforma suscita la polémica por dos propuestas fundamentales: la que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales -lo que implicaría 2 días de descanso-, y la que plantea que el aguinaldo sea equivalente a 30 días de salario. El debate, que inició ayer, lunes 18 de septiembre, se extenderá hasta el viernes 22. Miles de trabajadores mexicanos aguardan con esperanza a que la reforma se vuelva verdadera, mientras se discuten las posibles implicaciones económicas que esta tendría. Aquellos que están a favor a la reforma aseguran que un cambio estructural en las condiciones laborales resultarían beneficiosas para las empresas y la economía, pues los empleados presentarían mayor productividad estando mejor descansados, lo que aumentaría la motivación.Del mismo modo, una jornada laboral más corta reduciría el agotamiento, el estrés, la fatiga, y no comprometería la salud física ni mental de los empleados. Todo esto trae beneficios a corto y mediano plazo: mayor eficiencia, productividad, compromiso; menor estrés, menos enfermedades.De momento habrá que esperar el dictamen final, y saber si el panorama cambiará para los trabajadores de México. FS
