La Fiscalía estadounidense presentó ayer su alegato final contra el ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, acusado de narcotráfico, haciendo hincapié en el testimonio de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, brazo derecho de Arturo Beltrán Leyva.“Deben leer el testimonio de ‘El Grande’”, dijo la fiscal Saritha Komatireddy al jurado antes de insistir en que su declaración contra García Luna supone una “prueba específica y creíble de la culpabilidad del acusado”, a quien calificó como un hombre “inteligente, ambicioso y poderoso” que “utilizó su posición para ganar millones de dólares de la gente que tenía que haber perseguido”.Apoyada de un panel con el rostro de García Luna, de varios de sus ayudantes como Luis Cárdenas Palomino y de los principales líderes del cártel de Sinaloa como Joaquín “El Chapo” Guzmán, los hermanos Beltrán Leyva e Ismael “El Mayo” Zambada y su hermano Jesús “El Rey”, Komatireddy fue repasando los 26 testimonios que la Fiscalía ha ido deshilvanando a lo largo de tres semanas y media.Komatireddy apeló al sentido común de los miembros del tribunal al final de su discurso y les pidió que creyeran a los testigos. La Defensa del ex secretario de Seguridad Pública pidió ayer miércoles a los miembros del jurado en el juicio que se le sigue en Brooklyn (Estados Unidos) que no crean a “criminales que han mentido toda su vida” en sus afirmaciones contra Genaro García Luna (GGL) y que se atengan más bien a la falta de pruebas concluyentes.Durante su alegato final, el abogado César de Castro insistió en la inocencia de su cliente y declaró “la falta de pruebas es escandalosa” y que la acusación del Gobierno se fundamenta en los testimonios de “posiblemente los peores criminales que el mundo haya visto”.Fiel al plan mantenido durante las más de tres semanas del juicio, De Castro volvió a desplegar los argumentos que empleó con los siete testigos cooperadores con la Fiscalía que cumplen o han cumplido condena en Estados Unidos, más dos policías mexicanos que hablaron de corrupción dentro de las filas de la Policía Federal.Según la Defensa, actuaron por venganza contra la cara visible de la lucha contra el narcotráfico en México o mintieron para lograr el beneficio personal, bien para reducir sus sentencias o bien para conseguir que sus familias puedan viajar a Estados Unidos.“Su testimonio es su manera de escapar (...) Para gente que ha participado en todos estos crímenes, ¿cómo va a resultar difícil mentir?”, comentó De Castro antes de subrayar que los capos y narcotraficantes “son capaces de hacer todo lo que sea para conseguir sus objetivos”.Sus intervenciones, continuó, “no se pueden creer, son inconsistentes y desafían el sentido común”.“El Gobierno ha hecho un pacto con el diablo”, dijo el abogado en referencia al currículum criminal de muchos de los testigos que han reconocido asesinatos y torturas.En este sentido, intentó también minar el planteamiento de la Fiscalía asegurando que no se había presentado ninguna prueba física como grabaciones de video o audio, conversaciones telefónicas, fotografías, extractos de cuentas o ningún tipo de documentos “que prueben que Genaro García Luna pertenecía” al cartel.Sobre este asunto, declaró a los miembros del jurado que la Fiscalía se había apoyado en la “cantidad y no en la calidad” y que por esa razón había presentado 26 testigos pero ninguna prueba palpable.Agregó que el alegato final del Gobierno se había prolongado durante tres horas, en lugar de la hora y veinte minutos que empleó De Castro, por la falta de consistencia y el exceso de detalles. “La gente suele dar muchos detalles de una materia porque no sabe mucho”.En su discurso, también hizo referencia al testimonio de la esposa de García Luna, Linda Cristina Pereyra, que ayer ofreció la imagen de una familia que había construido poco a poco su patrimonio a base de trabajo, hipotecas y compra y venta de inmuebles y comparó esto con el derroche y las riquezas de los narcotraficantes. Finalizada la ponencia del defensor, la Fiscalía volvió a tomar la palabra para decir al jurado que lo que De Castro quería demostrar era que había habido una gran conspiración y que García Luna era la persona con peor suerte del mundo.“Nosotros no hemos elegido a los testigos, García Luna los eligió para hacer negocios con ellos”, dijo la fiscal Erin Reid, encargada de tomar la palabra en su segunda intervención para insistir en la culpabilidad del acusado.EFE Concluidos los alegatos de ambas partes, el juez Brian Cogan dará las últimas instrucciones al jurado antes de que este se retire a deliberar.Decidirán si el responsable de seguridad de México durante 2006 a 2012 es culpable o inocente de cinco delitos, cuatro de ellos relacionados con el narcotráfico: participar en la dirección de una empresa criminal que continúa su actividad, conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para la distribución y posesión de cocaína y conspiración para la importación de cocaína. El quinto delito que se le imputa es el de supuestamente prestar falso testimonio a las autoridades estadounidenses cuando solicitó la nacionalidad. El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como un falsario, calumniador y chueco, al abogado de Genaro García Luna, César de Castro, quien el martes en el juicio contra el exsecretario de Seguridad trató de involucrarlo en un soborno millonario financiando por el capo Jesús “El Rey” Zambada.“Lo de ayer (martes) es una muestra clara de que quieren involucrarme. El abogado es un falsario, calumniador, chueco, resultó más derecho Zambada”. El titular del Ejecutivo dijo que el defensor de García Luna es parte de la misma mafia y la red delincuencia política y financiera que imperó en el país. “Se equivocó el abogado. No entendieron la consigna de que todos son iguales, no, no somos iguales, nosotros no somos mafiosos, ni somos corruptos”. CT