Viernes, 29 de Noviembre 2024

Jimena fue a una fiesta, perdió la conciencia y abusaron de ella

Aumentan en 17% las denuncias de delitos sexuales en México en el último año

Por: SUN

El abuso y la violación simple se han mantenido, desde 2015, como los delitos sexuales más denunciados en el país. SUN/D. de la Vega

El abuso y la violación simple se han mantenido, desde 2015, como los delitos sexuales más denunciados en el país. SUN/D. de la Vega

Jimena "N" estudiaba la preparatoria y siempre fue una persona dedicada a sus estudios, su sueño era convertirse en contadora y prefería no tener novios para no distraerse de sus metas. 

Las actividades que prefería realizar eran familiares: cine con sus padres y salir con ellos de vacaciones. Además, casi no acostumbraba a ir a fiestas y las veces que lo hacía, siempre iba acompañada de sus padres o de su medio hermano mayor. 

Pero hace 10 meses, Jimena fue convencida por sus amigos para asistir a una fiesta a la que su hermano no pudo acudir con ella, ya que meses antes se enlistó en las filas del Ejército y fue uno de los elementos seleccionados para conformar la Guardia Nacional

Emocionada por haber conseguido el permiso de sus padres, quienes la dejaron asistir con la condición de que llegara temprano, salió de casa, sin saber que su vida estaba a punto de cambiar.

No supe qué pasó, solo recuerdo que desperté en una habitación de la casa

Al llegar a este punto de su historia, Jimena rompe en llanto y su madre, Elvira, continúa: "Jimena nos dijo que estuvo unas horas en la fiesta, bailó con sus amigas y en un momento se decidió a aceptar una cerveza que sus supuestos amigos le habían llevado. Los demás recuerdos son confusos". 

Ella dice que no supo qué sucedió, solo recuerda que despertó en una habitación de la casa en la que fue la fiesta, tenía la ropa puesta, como si nada hubiera pasado. Al salir de la habitación, avergonzada, se fue de la fiesta, porque pensó que se había pasado de tragos y por ello la habían llevado a dormir. 

"No supe qué pasó, solo recuerdo que desperté en una habitación de la casa, tenía la ropa puesta. Lo primero que pensé fue en salir de fiesta porque creí que había bebido de más y había hecho algún desfiguro, pero no era así", afirma.

Estaba muy apenada, sentía la llamada cruda moral: la culpa y la vergüenza pudieron más que la razón. Después de un mes del evento, tuvo que preguntar a una de sus amigas si sabía lo que había hecho, pero nadie quiso decir nada.

No decía nada en parte porque no creía lo que estaba pasando y en parte por miedo

"No sé si en verdad no sepan, o si estén encubriendo a alguien", comenta Jimena.

Meses después, la joven notó que su menstruación se había retrasado; sin embargo, no tenía el valor de contarle a nadie. Pensó, en primera instancia, que solo era algo que ella se estaba inventando

"Pensaba que no era real, no había manera de explicar el retraso, yo no había tenido relaciones con nadie antes. No decía nada en parte porque no creía lo que estaba pasando y en parte por miedo, yo tenía muy claro mi futuro. Ojalá hubiera tenido el valor de hablarlo mucho antes, antes de que todo cambiara". 

Siete meses después, se armó de valor y acudió con sus padres, ellos de inmediato la llevaron con un médico a realizarle unos estudios, pero el diagnóstico fue claro: embarazo de siete meses sin la posibilidad de realizar un legrado bajo la consigna de un aborto. 

Jimena pidió con dolor el apoyo de sus padres para mantener al bebé. Por el tiempo que ha pasado y por la manera en la que sucedieron las cosas, la denuncia por abuso sexual ha tardado. Ella y sus padres piensan dejar el caso por la paz, ya que las autoridades en lugar de apoyarlos, solo "ponen en duda la reputación y versión de su hija".

Aumentan delitos sexuales en México

Las denuncias por delitos sexuales en el país han aumentado en los últimos años. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer semestre de 2019 se han abierto 25 mil 277 carpetas de investigación relacionadas con estos crímenes, es decir, una cifra 17% mayor a la registrada en el mismo periodo de 2018 a nivel nacional.

Los ilícitos que más se reportaron en el arranque de este año fueron el abuso sexual, con 11 mil 691 casos; la violación simple, con seis mil 594; otros delitos no especificados, con dos mil 382; el acoso sexual, con mil 978; la violación equiparada, con mil 870; el hostigamiento sexual, con 745, y el incesto, con 17.

El abuso y la violación simple se han mantenido, desde 2015, como los delitos sexuales más denunciados; sin embargo, especialistas consultados señalaron que las cifras oficiales pueden quedarse cortas al dimensionar el problema, puesto que crímenes como el acoso difícilmente son presentados ante las autoridades.

Ejemplos emblemáticos del crecimiento de las carpetas de investigación son la Ciudad de México y el Estado de México: en el primer semestre de 2018 esas dos entidades registraron mil 971 indagatorias por delitos sexuales, mientras que durante el arranque de 2019 se abrieron tres mil 233 expedientes en la capital del país y dos mil 909 en territorio mexiquense.

Otros estados que durante este año han acumulado más investigaciones policiales son Jalisco, con mil 788 casos; Chihuahua, con mil 488; Nuevo León, con mil 434; Baja California, con mil 352, y Puebla, con mil 94.

Los que tienen menos expedientes son Tlaxcala, con 21; Nayarit, con 126; Yucatán, con 146; Campeche, con 188; Colima, con 210; Baja California, con 310, y Sinaloa, con 312.

La información del SESNSP muestra que el incremento de las carpetas de investigación por delitos sexuales no es reciente, ya que desde 2015 se ha observado esta tendencia si se comparan los primeros semestres de cada año.

Durante la primera mitad de 2015 se abrieron 15 mil 697 indagatorias; en 2016 fueron 17 mil 576; en 2017, un total de 18 mil 598, mientras que en 2018 se iniciaron 21 mil 78.

Organizaciones de la sociedad civil también se han dedicado a investigar este tema desde distintos enfoques y coinciden en los factores que permiten estos crímenes: los roles de género en los que las mujeres son vistas como un objeto sexual, la falta de denuncias, la impunidad en la resolución de los casos, así como la poca sensibilización de la gente y los funcionarios públicos que realizan las investigaciones.

Delito de género e infantil

Expertos aseguraron que las mujeres, niñas, niños y la comunidad LGBTTTI son los sectores de la población más vulnerables a sufrir ataques sexuales.

Ana María Suárez, directora general de Políticas Públicas, Capacitación e Investigación de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), indicó que los delitos sexuales son de alto impacto por las consecuencias físicas y sicológicas que dejan a las personas afectadas, sus familias e incluso las comunidades donde viven.

Agregó que, de acuerdo con datos obtenidos por la CEAV a través de los estados, 9 de cada 10 víctimas de violencia sexual son mujeres y 40% son menores de 15 años

Asimismo, nueve de cada 10 agresiones fueron cometidas por hombres y 70% de los casos sucedió en el hogar de la víctima.

"Después de que se comete el delito las niñas, siendo menores de edad, no denuncian porque no tienen los medios ni los apoyos familiares o institucionales para hacerlo. Cuando acuden a las autoridades para abrir una carpeta de investigación, sólo 10 agresores por cada mil denuncias son consignados", expresó Suárez.

Estimó que al año se cometen 600 mil delitos sexuales, por lo que consideró fundamental que los estados fortalezcan sus códigos penales y los homologuen para que el acceso a la justicia sea sencillo para las víctimas.

Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que aunque las mujeres son propensas a sufrir un delito sexual, la comunidad LGBTTTI y los menores de edad varones también pueden ser blanco de ataques. 

"Las violaciones a los hombres homosexuales, travestis, transgénero y transexuales existen básicamente en los espacios de reclusión. Estos delitos dan pie a los crímenes de odio", dijo.

Mencionó que aunque el gobierno ha implementado políticas públicas para erradicar la violencia sexual, no ha hecho nada para prevenir estos delitos a partir de trabajar con hombres. Urgió a que el tema sea atendido lo más pronto posible, puesto que los delitos sexuales están muy cerca de los feminicidios, aseguró.

"Hay un hilo conductor muy claro en estas violencias contra una mujer. Los primeros actos de violencia como el acoso, por ejemplo, pueden ser considerados leves, pero pueden llegar hasta el feminicidio si no se para a tiempo al agresor. Incluso el delito de feminicidio toma en cuenta las agresiones sexuales previas contra la víctima", afirmó.

Julia Escalante de Haro, coordinadora regional del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres, añadió que los ilícitos sexuales "persisten por esta construcción social que aprendemos (...) sobre supremacía masculina, sexualidad exacerbada en los hombres y pasiva en las mujeres, una serie de estereotipos que se dan en torno al rol que 'tenemos' hombres y mujeres en la sociedad, y en los que se piensa en nosotras sólo como objeto de placer".

A dicho problema, consideró que hay que sumar la impunidad en la resolución de los casos, lo cual provoca que los agresores no tengan miedo de cometer un crimen.

"Si hay impunidad para un robo de celular, los agresores se sienten protegidos al bajarle los calzones a una mujer en la calle, se sienten protegidos de abusar de sus hijas en su casa porque no va a pasar nada".

IM

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