La preocupación es el sentimiento desde el cual el periodista Jesús Silva-Herzog Márquez ha dado paso a “La casa de la contradicción”, editorial Taurus, su más reciente libro que hace un análisis sobre cuál es la situación actual de México y su democracia.“He estado siguiendo la marcha de la política mexicana desde hace un buen número de años y se trata de comentarios, de crítica, que tienen una atadura con la circunstancia, que tiene que ver con lo que acaba de suceder en la semana, con lo que ha ido pasando. No había, desde hace mucho tiempo, la concentración para hacer una revisión más reposada de la marcha de la política mexicana”, comenta en entrevista con EL INFORMADOR.Apostando por un lenguaje certero que profundiza en la razón de ser de la democracia y sus transformaciones y cómo México establece sus propios juegos dependiendo de los rostros que llevan el poder, pero también acercando un análisis capaz de atraer la atención de aquel ciudadano que se considere indiferente o ajeno al acontecer social y político del país y sus impactos en otras fronteras, Jesús Silva-Herzog Márquez explica que “La casa de la contradicción” justamente fue creado para compartir desde la facilidad de palabra los rumbos que engloban a toda una sociedad, en donde no hay filias ni fobias de por medio.“Sí es una intención el que tenga una forma que resulte atractiva para el lector, que no sea un texto escrito de un profesor a otro profesor, que no sea solamente para el ámbito universitario, sino que pueda leerse por un público más amplio. El libro trata de ser un ensayo y en ese sentido no solamente es la intención de comunicar una serie de ideas, sino también de buscar una forma para decirlo, que también pueda tener una serie de imágenes, de referencias, que no sean exclusivamente las de la academia o disciplina universitaria, que pueda entrar en contacto con otros lenguajes, vocabularios”.Una mirada oportunaJesús Silva-Herzog Márquez explica que cualquier acontecimiento que obligue o insinúe un cambio profundo, por ejemplo el inicio de una administración presidencial, siempre detonará el momento perfecto para poner los reflectores a su máximo desempeño y analizar día por día y palabra por palabra los discursos expuestos, principalmente, cuando en la sociedad hay un halo de ilusión y esperanza por un cambio verdadero.“Yo creo que la llegada de una administración como la de López Obrador, con tanta ambición, por una parte, con mucha esperanza de millones de mexicanos, por otro lado, con tantos temores de otra parte de la población, me parecía que era importante tratar de presentar un panorama un poco más amplio, entender que no pueden comprenderse las circunstancias de la política en estos momentos si no hace uno por lo menos dos revisiones”.En este sentido, Silva-Herzog recalca la importancia de revisar el pasado inmediato a lo que sucedió antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, y por otra lado, hacer una excursión teórica sobre las expectativas que se tenían al llegar al pluralismo.Jesús Silva-Herzog coincide con la idea de que la democracia liberal experimenta crisis en cualquier parte del mundo y refiere que estas circunstancias no solo están presentes en democracias jóvenes o frágiles como las latinoamericanas o con poca experiencia en los arreglos pluralistas, esto también se refleja en las democracias más establecidas como las de Estados Unidos o Gran Bretaña.“Creo que hay muchos países en donde vemos esta crisis de la convivencia democrática y creo que el libro -‘La casa de la contradicción’- también atiende al hecho de que esta comprensión de lo que pasa en México tiene que hacernos asomarnos a lo que sucede en otras partes del mundo”.Finalmente, con el reto de retratar “un fenómeno en movimiento”, Jesús Silva-Herzog invita a sumergirse con detenimiento en sus letras, que tienen como resultado un ejercicio puntual sobre el acontecer diario de México y sus rostros actuales.“Yo habría escrito un libro distinto de haber terminado la redacción al primer año de gobierno de López Obrador; tendría yo una visión distinta de ese gobierno de la que tengo en este momento (…) me parece que -‘La casa de la contradicción’- está escrito desde la preocupación, creo que hay un tono que ve la frustración de que la democracia no ha terminado de entregar frutos”.