Desde hace tiempo se conocen los efectos negativos del consumo de refrescos en los niños: mayor riesgo de obesidad infantil, caries y otros problemas dentales, trastornos del sueño, problemas de conducta y dificultades para prestar atención.De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública de México, las bebidas azucaradas son un riesgo para la salud. Las estimaciones más actuales le atribuyen a su consumo el 7% de las muertes en adultos mexicanos.Los refrescos y las bebidas azucaradas, en general, son fabricadas para ser agradables al paladar y despertar el gusto por sabores dulces e intensos, como ocurre con los refrescos. Sin embargo, tienen niveles altísimos de azúcar, sodio y calorías, lo que ocasiona que tomarlas sea perjudicial para la salud. Los niños son preponderantemente susceptibles. Según la Secretaría de Salud del Gobierno de Jalisco, uno de cada tres niños, niñas y adolescentes sufre sobrepeso y obesidad.De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018) el 83.3 por ciento de menores de entre uno a cuatro años consumen bebidas no lácteas endulzadas, el porcentaje de consumo de esos productos se incrementa en el rango de cinco a 11 años a un 85.7 por ciento.La leyenda edulcorantes, no recomendables para niños, busca alertar a los padres, tutores o encargados de los menores sobre los posibles daños a la salud si se consumen, ya que puede altere la respuesta hormonal, modificar las sensaciones de apetito y la respuesta metabólica posterior a su consumo, provocando mayor ingesta, ganancia de peso así como la habituación al sabor dulce debido a que su dulzor es mayor a que el del azúcar natural.En el caso de la leyenda precautoria contiene cafeína- evitar en niños, es una sustancia que se puede encontrar en bebidas azucaradas, energéticas y refrescos. La cafeína estimula el sistema nervioso central, alterando patrones de sueño, dificultad para concentrarse, ritmo cardiaco y la presión arterial. Por esta razón su consumo nos se recomienda en niñas, niños y adolescentes. OA