Jaime Rochín del Rincón presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador su renuncia como titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).En su renuncia, el maestro y licenciado en Derecho señaló que entrega una institución "que ha pavimentado el azaroso camino de las víctimas, haciéndolo más transitable".Asimismo, Jaime Rochín recordó que desde que asumió el cargo en 2013 trabajó para construir el andamiaje de esta institución que se erigió como la respuesta del Estado mexicano al dolor y la desolación de las familias.Tras rememorar cómo fue que la CEAV comenzó un transitar en solitario mientras las víctimas lo observaban con desesperanza, dijo que "se han atendido a decenas de miles de personas, a las cuales se les han proporcionado medidas de ayuda, asistencia y atención, tales como asistencia médica y psicológica especializada, alimentación y alojamiento".Se dijo convencido de que se trabajó con oportunidad, contundencia y sobre todo, con un profundo compromiso hacia las víctimas, su dignidad y derechos.La renuncia de Rochín del Rincón surtirá efecto a partir del día 15 de junio del presente, informó el gobierno federal a través de un breve comunicado.Destacó que también se han implementado, por primera vez en la historia de México, cientos de resoluciones de reparación integral, para crear las condiciones de rehabilitación, satisfacción y no repetición que permitan a las víctimas reconstruir su proyecto de vida.Otro logro que destacó el aún comisionado fue el que la CEAV ha acompañado y representado jurídicamente a miles de víctimas, en torno a su mayor demanda: la justicia. Siempre en estricto apego a los principios de legalidad, honradez, transparencia y rendición de cuentas que deben regir la ética pública.Como si fuera poco, recalcó, "bajo el impulso del gobierno que usted encabeza, se lograron procesos que antes eran impensables: en los casos de Lydia Cacho, Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, así como en el Caso Tierra Blanca, se han realizado tanto la reparación integral como la disculpa pública, una medida de satisfacción que establece que hechos como los ocurridos no volverán a tolerarse".No obstante, señaló, se requiere de un auténtico compromiso de todas las instituciones del Gobierno de México y de los gobiernos estatales hacia las víctimas; así como de reforzar los mecanismos institucionales que las atienden; no diezmarlos, obligando a racionar el modesto apoyo que hoy reciben.JM