Ante la decisión de Samuel García de bajarse de la presidencia de la República al no lograr designar a un sucesor de su elección en la gubernatura, Javier Hurtado, politólogo y ex presidente del Colegio de Jalisco, considera que es importante analizar por qué no quiso dejar el Gobierno de Nuevo León, sin que quedara una persona de su confianza.“Evidentemente, eso no es motivo de un capricho. El asunto de fondo es que si no llega otro gobernador que no sea de sus cómplices, podrían encontrarle todas las irregularidades que ha habido en materia financiera, ese es el problema de fondo”, opinó el especialista.Además, dijo que aunque los casos ya están documentados, quizá el nuevo gobernador interino iría sobre los papeles en concreto y a ver qué más encuentra. “La Auditoría Superior de la Federación ya encontró que hay una situación no aclarada de 18 millones de pesos que no se utilizaron como debieron y no están comprobados”.Comentó que luego, la Auditoría Superior del Estado de Nuevo León reportó que hay nueve mil millones de pesos de fondos federales que no están justificados. “Más aparte, hay otras irregularidades como entregarle contratos por adjudicación directa a su señor padre. Por eso es que no quiere que llegue otro gobernador y dice que prefiere renunciar a la candidatura presidencial que aceptar eso. De eso se derivaría su procesamiento”.Hurtado agregó que el hecho de que García quisiera dejar a su sucesor va en contra del sistema democrático. “El problema es que el señor Samuel piensa que es una especie de rey, y que tiene derecho a nombrar a su sucesor, pero no, incluso en las monarquías hay un orden de sucesión”. Sigue al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsAppYC