El Instituto Nacional de Migración informó que uno de los detenidos por el asesinato del agente migratorio Luis Alberto Olivas García es de origen colombiano. Este anuncio se realizó tras el asesinato ocurrido el pasado 30 de diciembre en la Sierra de Samalayuca, en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en medio de las negativas del Gobierno de Colombia sobre la participación de un ciudadano suyo en el ataque.De acuerdo con el INM, el detenido, identificado como Carlos “N”, portaba un pasaporte colombiano vigente, emitido por la autoridad consular en Bogotá el 7 de julio de 2022. Este dato fue clave para confirmar su nacionalidad, pese al comunicado emitido por el Consulado General de Colombia en México el 31 de diciembre, donde se negó tener información sobre la implicación de un ciudadano de ese país en el crimen.El incidente ocurrió durante un operativo en la zona de Samalayuca, conocida por su difícil acceso y actividades relacionadas con el tráfico de migrantes. Según las primeras investigaciones, los atacantes, presuntamente migrantes, utilizaron piedras para agredir al grupo de agentes migratorios que realizaban un recorrido de vigilancia. Tras una intensa búsqueda, se logró la captura de dos sospechosos, entre ellos Carlos “N”.El asesinato del agente Luis Alberto Olivas García ha generado una fuerte indignación en Ciudad Juárez y entre los compañeros del Instituto Nacional de Migración. Originario de esa ciudad fronteriza, Olivas ingresó al INM en 1999 y estaba a punto de recibir un reconocimiento por sus 25 años de servicio en la Administración Pública Federal el 31 de diciembre de 2024, un día después de ser asesinado.La tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad y las condiciones laborales de los agentes migratorios, quienes enfrentan riesgos crecientes debido al incremento de la presión migratoria en la región.El asesinato ocurre en un momento crítico en la frontera norte de México, donde miles de migrantes intentan cruzar hacia Estados Unidos ante el próximo regreso de Donald Trump a la presidencia el 20 de enero. Las políticas migratorias más estrictas y las presiones del gobierno estadounidense han intensificado las tensiones en la región, provocando enfrentamientos y desplazamientos masivos de personas.
