El capo mexicano de la droga Arturo Beltrán Leyva “mandó a secuestrar” al entonces secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna para pedirle explicaciones sobre con qué narcotraficantes estaba, señaló ayer Sergio Villareal Barragán “El Grande” ante la fiscalía en el juicio al exfuncionario en Nueva York, Estados Unidos.“Lo levantaron (secuestraron) en una carretera de (el Estado) Morelos. Lo llevaron a Arturo”, relató “El Grande”, quien fuera la mano derecha del ya fallecido sanguinario jefe del cártel de los Beltrán Leyva, que operó principalmente en Sinaloa y Durango.Fue en un periodo en que los cárteles estaban en plena guerra tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva, en 2008, por el control de la droga en México. El cartel de los hermanos Beltrán Leyva y los Zetas parecían los más perjudicados.Según el testigo, García Luna le habría dicho al capo que “era problema de ellos y que él era neutral” y que “iba a seguir trabajando para los dos”.“A Arturo no le gustó la respuesta” y reaccionó “muy violentamente”, pero según “El Grande”, le dijo que “no se preocupara por el dinero (sobornos) que él iba a cubrir” la parte que antes pagaban los diferentes capos del cártel al funcionario para su protección. Según “El Grande”, el jefe del cártel de los Beltrán Leyva se quejó de que ya no le respondía las llamadas que le hacía a través de su mano derecha, Luis Cárdenas Palomino, y que “había decomisos constantes” en su facción que “beneficiaban al cártel de Sinaloa” de Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael Mario Zambada, “El Mayo”, entre otros.Según el cálculo de la defensa, en base a las declaraciones del testigo, el director de la Agencia Federal de Investigación entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006-2012, habría recibido al menos 230 millones de dólares en sobornos en nueve años.No obstante, una cantidad muy inferior a los 400 millones de dólares mensuales que ganaba Beltrán Leyva con la droga, según el testigo que fue su lugarteniente hasta que fue detenido en 2010.El testigo aseguró que cuando el acusado se convirtió en secretario de Seguridad siguió “dando información”, sobre todo, a través de su mano derecha, Luis Cárdenas Palomino.Una de las ocasiones fue un chivatazo de que iba a ver una redada policial con motivo de la boda del criminal apodado “La Barbie” en Acapulco.“La fiesta se hizo, pero nadie fue. Ni siquiera el novio. El gobierno llegó (agentes) pero no había nada”, contó.Además, aseguró que Genaro García Luna les había proporcionado un contacto para comprar “equipos para interceptar llamadas e inhibidores de señal”. Por su parte, el abogado de García Luna, César de Castro basó su defensa en el acuerdo que el testigo hizo con la fiscalía para minimizar su pena. Tras cumplir 10 años de cárcel y pagar 100 millones de dólares de multa, Villarreal Barragán se encuentra en libertad y reside legalmente en la Unión Americana.De Castro subrayó que no había grabaciones de audio o videos de los encuentros de los miembros del clan con García Luna, a pesar de que, como declaró el narco, el clan de los Beltrán Leyva, para el que trabajaba “El Grande”, solía grabar sus conversaciones con dirigentes y políticos.El abogado puso en duda que, como aseguró “El Grande”, García Luna se reuniera de forma mensual con Arturo Beltrán Leyva en Ciudad de México, donde miembros del clan lo recogían supuestamente en el estacionamiento público de un supermercado antes de llevarlo a una “casa segura”, donde afirma que se reunían.Además, De Castro mostró sus profundas dudas a los miembros del jurado de que fuera posible que un ministro, conocido públicamente, hiciera eso con regularidad, a la luz del día y en horas de trabajo en una ciudad repleta de millones de personas (la capital del país) donde sería fácilmente reconocido por el ojo público.Con información de AFP y EFE "Al exsecretario lo vi en varias reuniones (con el cártel) y recibía entre 1 y 1.5 millones de dólares mensuales. Sé que existen cintas y audios que incriminan a García Luna, pero reconozco que no los tengo en mi poder"Sergio Villareal Barragán, testigo en el juicio de Genaro García Luna El juez Brian Cogan, que preside el proceso por narcotráfico contra Genaro García Luna, mostró sus reservas sobre el testimonio del narcotraficante Tirso Martínez Sánchez, y anunció que decidirá, a más tardar hoy miércoles sobre su relevancia.Martínez, testigo cooperante de la Fiscalía, fue presentado como el encargado del envío de cocaína del cártel de Sinaloa a Estados Unidos por tren desde México a tres ciudades estadounidenses.Subió al estrado luego de las declaraciones del narco Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”. Durante el testimonio, Martínez, a preguntas del fiscal Philip Pilmar, explicó el funcionamiento del tráfico de cocaína a través de trenes de cargo desde la Ciudad de México a Los Ángeles (California), Chicago (Illinois) y Nueva York, pero no hizo ninguna mención directa al acusado.Tras la retirada del jurado y del testigo, el fiscal explicó que espera que Martínez testifique que uno de los narcos del cártel de Sinaloa con los que trabajaba —identificado como Jorge—, le ofreció ponerlo en contacto con García Luna para pagarle sobornos y así asegurarse de que sus cargamentos de droga, que viajaban escondidos en grandes depósitos de aceite transportados por tren no serían registrados por las autoridades, al menos en México.Interrogado por el juez Cogan, Pilmar agregó que pretendía con ello mostrar que García Luna no sólo no era un amigo del cártel, sino alguien que estaba disponible en cualquier momento para ayudar a cambio de dinero a todo tipo de grupos de la delincuencia organizada.Además del juez, la defensa de García Luna también protestó contra la presentación de este testigo ya que los hechos a los que se podría referir ocurrieron entre la década de los años noventa y entre los años 2000 o 2001, cuando los supuestos crímenes por los que está siendo juzgado el exministro mexicano son los comprendidos entre los años 2001 y 2012. García Luna, detenido en diciembre de 2019 en Texas, afronta un juicio por cinco delitos, cuatro de ellos relacionados con el narcotráfico.EFE Luego del primer día de juicio en contra de Genaro García Luna en Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que hasta el momento no ha habido “pruebas fehacientes” contra el exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón.“Sus abogados sostiene que es inocente, que quienes se lo acusan no tienen pruebas, que se están valiendo de testigos protegidos que tienen antecedentes penales, que fueron deportados a Estados Unidos”.“Hasta ahora no ha habido pruebas fehacientes, se habla también que acumuló una fortuna de muchísimo dinero de alrededor de mil millones de dólares”, aseguró el presidente López Obrador. Señaló además que México trabaja en acciones legales para intentar recuperar al menos 700 millones de dólares de Genaro García Luna.El Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que se buscará recuperar lo que se podrían considerar “fondos robados al Estado” por funcionarios corruptos, uno de los objetivos del actual gobierno y el dinero del que se pudo haber beneficiado García Luna por colaborar con el crimen organizado.Según explicó López Obrador ya hay un juicio en Florida para conseguir 700 millones de dólares. Los abogados de García Luna plantearon “que no tenía México por qué ir a litigar allá”. Pero el mandatario indicó que un juzgado de este Estado le dio la razón al gobierno “y estamos trabajando en eso, 700 millones y otros posibles activos”.El canciller Marcelo Ebrard dijo que fue la Unidad de Inteligencia Financiera y no la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien inició una demanda en Florida en contra del exsecretario de Seguridad Pública por un monto de 700 millones de dólares, por daños contra 39 empresas y fideicomisos. “Habría cerca de 700 millones de dólares que estén vinculados a contratos públicos de diferente naturaleza vinculados a empresas que ya mencioné en las cuales él —García Luna— era socio o sus allegados”, dijo en rueda de prensa desde Argentina, donde participa en la cumbre de Celac.AP CT