El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, ingresó al hospital para una intervención como parte del atentado del que fue víctima en junio de 2020.La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) confirmó su ingreso a un nosocomio en donde será intervenido para retirar esquirlas de su cuerpo, por lo que no es una cirugía de gravedad.De acuerdo con la información, tras ser dado de alta luego del atentado por parte del Cártel Nueva Generación (CNG), varias esquirlas se quedaron en diferentes partes del cuerpo del jefe de la policía capitalina, por lo que requieren de cirugía.El ingreso del secretario se dio la mañana de este jueves para realizarse la intervención en el brazo, y se espera que este mismo día sea dado de alta.Poco más de 500 mil pesos fue lo que invirtieron los gatilleros que, según autoridades, pertenecen al Cártel Nueva Generación (CNG) y que perpetraron el ataque contra el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX), Omar García Harfuch.Las armas se compraron en la Ciudad con dos días de antelación al atentado y fueron proporcionadas por los traficantes de la capital."El Reynol's", traficante de armas entrevistado por El Universal, reveló que la compra se realizó en una casa de seguridad en la alcaldía de Gustavo A. Madero.Los compradores, dijo, tenían buenas referencias, pues fueron recomendados por un malandro, aparentemente con nexos con el CNG; 36 horas antes del ataque pidieron 20 rifles de alto poder R-15, 10 millares de balas para abastecer esas armas y tres Barrett calibre .50, entre otros."De verdad querían chingarse al Harfuch, ese armamento sólo lo piden los grupos grandes o las autodefensas y los narcos que están en Guerrero. Si hubieran conseguido las granadas, creo que el jefe de la policía no se salva", relató el traficante.Esta versión fue confirmada por peritos de la Fiscalía General de Justicia Local (FGJ-CDMX), quienes luego de iniciar la investigación determinaron que las armas ingresaron por el Estado de México a la Gustavo A. Madero y que estaban limpias, es decir, no se habían utilizado."No preguntamos para qué se ocupan las armas o quién las compra (...) A los dos días que vimos lo que le había pasado a Harfuch, supimos que los que compraron las armas fueron los mismos compas."Con ellos no hubo falla, pagaron y listo. Así se deben hacer los negocios. Nunca supimos quiénes eran, pero estaban bien recomendados y te digo, ellos sabían lo que hacían y en qué se metían", comentó el traficante.OA