Cientos de familias migrantes se reunieron en la frontera entre México y Estados Unidos (EU), tras décadas de estar separadas, gracias al evento “Abrazos, no muros”, con el que pudieron reencontrarse unos breves minutos.La Red en Defensa de los Derechos de los Migrantes convocó a alrededor de 200 familias en Ciudad Juárez, Chihuahua, con el apoyo de otros organismos de derechos humanos en ambos lados de la frontera.Esta es la octava edición del evento “Abrazos, no muros”, que del lado estadounidense ocurrió en la ciudad de Sunland Park, Nuevo México, para que las familias se reúnan por tres minutos con sus seres queridos, a quienes no han podido ver por las políticas migratorias.Fernando García, director de Border Network for Human Rights (Red Fronteriza por los Derechos de los Migrantes, en español), criticó que la política de Estados Unidos “esté destruyendo” a las familias latinas, por lo que esta actividad también es un acto de protesta contra el Gobierno de ese país.