Ciudadanos de otros países que residen en la Ciudad de México se unieron en las labores de rescate y como voluntarios en los albergues para apoyar a los brigadistas y damnificados por el sismo en esa ciudad. "Los mexicanos son muy amables y se nota que son muy unidos, y nos lo transmiten a nosotros, también te dan ganas de ayudar", declaró Tomás, ciudadano argentino.Aseguró que la respuesta de los extranjeros en este siniestro se ha hecho notar, contribuyendo a la ayuda que brinda la sociedad mexicana."Hay tanta gente que está ayudando que cuando vas a un lugar está colapsado, esa es una muy buena respuesta de la sociedad", comentó.Personas provenientes de otros países comentaron que nunca habían vivido una situación de emergencia como la ocurrida después del sismo del pasado martes, sin embargo, decidieron sumarse a la ayuda, en lugar de regresar a sus naciones."La primera reacción de tus familiares fue -¿dónde estás?, saca un pasaje, ven. Yo sentí, -no estoy acá, esta es mi gente y te contagian en el: qué vamos hacer", relató Florencia Gallino, ciudadana argentina."La verdad estoy sorprendida y es muy emocionante y muy conmovedor y creo que es algo que expresa una unión del pueblo mexicano, si bien es un momento de crisis creo que hay cosas buenas para rescatar", señaló.Contó que desde la noche del martes pasado colaboró con el traslado de ayuda a los albergues con su camioneta y se sorprendió de la respuesta social que surgió con la emergencia."Se destaca muchísimo y es algo que hay que rescatar, y es un valor que se ve que tienen las personas y que hay que buscar que permanezca a lo largo del tiempo, que no se quede como situación de emergencia", señaló Gallino.Otros residentes extranjeros, aunque no acudieron a los sitios de desastre ofrecieron sus casas y mandaron víveres para los damnificados."No podía ir ayudar en ninguna de estas áreas porque estoy embarazada, pero al menos podía dar espacio para los que estaban en mi alrededor, en mi poder para preguntar en páginas en Facebook si alguien necesitaba un lugar para dormir", declaró Mia Helen Stock, ciudadana noruega.Señaló que el sentido de ayudar de los ciudadanos demuestra los valores que tienen y destacó que la solidaridad es una virtud del ser humano, que se aprende en la familia. "Nadie ha nacido bueno, es algo que aprendimos en nuestra familia y creamos lo valores dentro de la familia para saber cuál es la manera correcta para ser buen humano", expresó Stock.Los entrevistados coincidieron que en sus países de origen, ni en otro sitio recuerdan un desborde de ayuda ciudadana similar al que se presentó a raíz del sismo que afectó algunos estados de la República.