La Ciudad de México se está hundiendo y la razón de esto se debe a que, por siglos, se consumió el agua de los acuíferos subterráneos hasta el punto en el que se fue secando el subsuelo, lo que ahora está ocasionando el hundimiento. Por lo que se proyecta que dentro de 150 años, las edificaciones como la Catedral Metropolitana o la Basílica de Guadalupe se hundan 30 metros.El primer edificio en caer será el Palacio de Bellas Artes, el cual se construyó bajo el gobierno de Porfirio Díaz. A principios del siglo XX, el presidente Porfirio encargó la construcción del nuevo teatro nacional a dos personajes importantes: el arquitecto italiano, Adamo Boari, y al ingeniero mexicano, Gonzalo Garita.Antes de comenzar con los planos, Adamo Boari, viajó a Francia y a Estados Unidos para inspirarse en otros recintos, y una de las mayores inspiraciones fue la Ópera de París. Sin embargo, cuando el arquitecto italiano regresó de su viaje, le contó a Gonzalo Garita que quería construir un palacio completamente recubierto de mármol.Pero el ingeniero mexicano encontró fallas en el plan debido al subsuelo, ya que el terreno sobre el que se iba a construir era de montmorillonita, una arcilla que tiende a dilatarse si se expone al agua, por lo que no era el material ideal para soportar una estructura de concreto, hierro y mármol. Además, los cimientos presentaban otra característica importante, había una corriente de agua que los atravesaba con dirección al noroeste.Sin embargo, debido a la confrontación sobre las imposibilidades de construir, Adamo Boari decidió despedir a Gonzalo Garita, por lo que el proyecto inició sin ingeniero. Durante su construcción, el teatro ya presentaba signos de hundimiento, esto se debía a que cada metro cuadrado de la estructura metálica ejercía un peso aproximado de 10 a 12 toneladas por metro cuadrado.Gonzalo Garita aprovechó la inauguración de El Palacio Postal para señalar a Porfirio Díaz el hundimiento del teatro, sin embargo, con el estallido de la Revolución Mexicana, Adamo Boari regresó a Europa y dejó la obra inacabada. El proyecto estaba previsto para acabarse en cuatro años, pero se terminó tres décadas después gracias al financiamiento de la Secretaría de Hacienda. GG