Todos los tapatíos lo han comido alguna vez. Es un recuerdo de la infancia; un dulce preciado en los bolos de las fiestas de cumpleaños, una estrella repentina cuando se destripan las piñatas y los niños se abalanzan sobre la lluvia de colores. Es una salvación cuando no se tiene cambio ni morralla para el camión, el tren o el transporte público, y se compra uno en cualquier puesto de periódicos, cualquier tendido en la calle, esperando en su clásica caja amarilla.Es un logro poder desenvolverlo sin que se convierta en un mar de morusas y polvo dentro del plástico. Es firme, pero al menor contacto se deshace como la arena. Es suave, pero cruje cuando los dientes se encuentran de pronto con un pedazo de cacahuate oculto entre la maza. Y es tan dulce que, después de haberlo comido, queda esa sensación de que nunca es suficiente. Existe en aguas frescas, en nieves de garrafa, bolis congelados para las tardes de calor, e incluso en cremas para untar. Se trata del mazapán. No, no es típico de Guadalajara y mucho menos de Jalisco, pero en su variante regional se ha vuelto una marca indiscutible de la casa. Este 12 de enero se celebra en México el día del mazapán; de acuerdo con el Universal, su origen se remonta a países improbables, desde tierras árabes, los montes de Sicilia, Italia e incluso España, donde la herencia es más viable, puesto que el mazapán español, si bien es un dulce que viene en todas formas y tamaños, añade la almendra en la receta, así como su contraparte mexicana viene con cacahuate. Se cree que su nombre proviene de la unión de maza (mortero en el que es triturado) y pan (el producto final que se obtiene).Es la presencia del cacahuate lo que caracteriza al mazapán mexicano, y el cual fue introducido a mediados del siglo XX por dulces De la Rosa. Esta adición no sólo representó un cambio gastronómico, sino cultural. Cada país tiene su variante única: en Guatemala en lugar de cacahuate se le añade arroz, en Venezuela tiene anacardos -una nuez local-, en Colombia leche en polvo, y en Filipinas un tipo especial de nueces. En Alemania, incluso, lo cocinan con azúcar glass y claras de huevo. La relación de Jalisco con el mazapán es tal, que el 19 de julio del 2018, en la Plaza Fundadores de Guadalajara, Dulces de la Rosa creó el mazapán más grande del mundo, de 8 mil 296 kilos, y que fue elaborado por cerca de cien personas. Fue un evento internacional que congregó a cientos de ciudadanos, empresarios y autoridades, y que además le valió el Récord Guinness al mazapán más grande en el mundo. Con información de SUN FS