Luego de que Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH en México, comparara el hallazgo de los 19 cuerpos calcinados en Tamaulipas con las masacres de 2010 en San Fernando, Tamaulipas, y de 2012 en Cadereyta, Nuevo León, donde fueron asesinados 72 y 49 migrantes, respectivamente, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, rechazó que los hechos se puedan comparar."Por ningún motivo es igual a lo que sucedió en San Fernando. Todos los días a partir de que sucedió este evento, hemos estado en el gabinete de seguridad viendo los avances que se tienen sobre esta situación y te puedo decir, con mucha seguridad que se ha avanzado y que se ha avanzado muchísimo", comentó la titular de la Segob.La tarde del 22 de enero, autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas fueron alertadas por un reporte ciudadano que, en una brecha del citado poblado se encontraba un vehículo incendiado; al trasladarse al lugar, localizaron dos vehículos calcinados, así como restos de personas.En una pick up estaban dos cuerpos en la cabina. También se encontró otro cuerpo a un costado de la puerta del lado del piloto, uno más al costado de la puerta del copiloto y 15 en la caja del vehículo.En las investigaciones del hallazgo, el Vocero de Seguridad Pública del gobierno de Tamaulipas informó que en el interior de uno de los vehículos se encontró una placa con matrícula del Estado de Nuevo León.El Instituto Nacional de Migración (INM) anunció que colaborará con las autoridades correspondientes y dará seguimiento a la investigación, puesto que se presume que los cuerpos podrían corresponder a extranjeros.En tanto, la CNDH informó que la titular Rosario Piedra Ibarra ordenó iniciar la investigación de oficio, "en virtud de tratarse de presuntas violaciones a derechos humanos en agravio de personas en contexto de migración".Habitantes de Comitancillo, en Guatemala, sospechan que al menos una decena de sus familiares figuran entre las 19 personas que fueron halladas calcinadas en un camino rural fronterizo entre México y Estados Unidos, dijo una autoridad de la zona."Los familiares aseguran que son sus parientes los que fueron asesinados”, dijo vía telefónica Luis Velásquez, gobernador de San Marcos, un departamento ubicado a 260 kilómetros al sureste de la capital y fronterizo con México. El pueblo de Comitancillo está en su jurisdicción."Mi tío sólo quería volver a reunirse con su familia en Estados Unidos", dijo Elba Orozco, en una conversación telefónica desde su casa en la aldea Chijalaj de Comitancillo, en el departamento guatemalteco de San Marcos, cercano a la frontera con México.Rafael López y López, un agricultor de 50 años de edad, salió el pasado 12 de enero de su natal Comitancillo, en Guatemala. Tenía como destino Estados Unidos, donde vivió durante 10 años, donde están su esposa y sus tres hijos. El año pasado fue deportado a su país y hace dos semanas inició el camino de vuelta, a través de México.JM