Discutir la situación de la clase baja en México implica analizar una realidad económica que impacta a una parte significativa de la población, evidenciando las profundas desigualdades que persisten en el país. Un informe reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) destaca que los ingresos requeridos para ser considerado parte de esta clase social varían considerablemente entre las áreas urbanas y rurales, lo que pone en relieve las marcadas disparidades económicas y sociales que caracterizan al territorio mexicano. El reporte señala que, a nivel nacional, las personas clasificadas dentro de la clase baja tienen un ingreso promedio mensual de 11 mil 343 pesos. Sin embargo, esta cifra cambia dependiendo del lugar de residencia: Estas cifras muestran no solo la brecha entre áreas urbanas y rurales, sino también las diferencias en el acceso a oportunidades económicas, infraestructura y recursos esenciales. El contraste entre clases se vuelve más evidente al comparar los ingresos de la clase baja con los de otros sectores: Estos datos subrayan la desigualdad económica en México, donde una pequeña proporción de la población concentra una gran parte de los recursos económicos, mientras que la mayoría enfrenta ingresos significativamente más bajos.Las diferencias de ingresos entre la clase baja y otros grupos sociales están determinadas por diversos factores: Ser parte de la clase baja en México no solo significa vivir con ingresos limitados, sino también enfrentar barreras importantes en el acceso a servicios básicos como salud, educación y vivienda. Estas dificultades son especialmente pronunciadas en las áreas rurales, donde la infraestructura es insuficiente y los recursos escasean.EE