Las bandas del crimen organizado aprovecharon la emergencia sanitaria del COVID-19 para imponer medidas restrictivas en municipios de cuatro estados, según la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob).En su segundo informe Observaciones sobre Violaciones a Derechos Humanos cometidas durante la Contingencia Sanitaria por COVID-19, la Subsecretaría indicó que grupos criminales han impuesto toques de queda, aislamiento social, cobros de impuesto y amenazas a personal médico durante la pandemia del coronavirus.Consideró que deficiencias en la implementación de medidas restrictivas severas por parte de los estados han favorecido el actuar de la delincuencia organizada"La instauración de retenes sin una vigilancia, temporalidad y actuación clara, con protocolos bien establecidos, puede convertirlos en puntos de injerencia de otros grupos que atenten contra la seguridad de las personas. Y esto puede ser aprovechado por los grupos del crimen organizado para controlar ciertos territorios", dijo en el informe.En Iguala y Petatlán, ambos municipios de Guerrero, grupos criminales impusieron toques de queda y amenazas a médicos. En el caso de Iguala, los toques de queda duraron entre el 19 y 25 de abril, mientras que en Petatlán, del 3 al 9 de mayo, hubo amenazas contra el personal médico.En Culiacán, Sinaloa, el Cártel de Sinaloa dictó un toque de queda entre el 12 y 18 de abril, mientras que en Los Mochis, también tierra sinaloense, una banda delictiva impuso un toque de queda entre el 19 y 25 de abril.Mientras que en Tuxpan, Veracruz, el Grupo Sombra impuso el aislamiento del 26 de abril al 2 de mayo.En Santiago Ixcuintla, Nayarir, se reportó el cobro de impuestos por partel del Cártel Nueva Generación. IM
