Las garras de los grupos criminales se han hecho presentes en el país por medio de ejecuciones, masacres, narcomantas, extorsiones, secuestros, videos amenazantes e, incluso, asesinatos de policías, políticos y funcionarios. Estos hechos han sido detectados en mil 488 de los 2 mil 471 municipios que hay en el país. Las organizaciones delictivas con mayor presencia en México son el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa. El primero opera en 28 estados; el segundo, en 24. Se ha detectado la presencia del Cártel del Golfo en 10; del Cártel del Noreste, en ocho; de La Familia Michoacana, en siete; de Los Zetas, en seis. De Los Templarios, en cinco; de Los Chapitos, en cuatro. Organizaciones "menores" como los Beltrán Leyva, el Cártel de Caborca, Los Talibanes, Los Rojos, Los Salazar y Los Viagras actúan cada una en tres estados.Tras una investigación de más de seis meses, que incluye datos del gobierno federal y las fiscalías estatales, así como la consulta de fuentes abiertas y la revisión exhaustiva de documentos hackeados a la Sedena por el colectivo Guacamaya, la firma AC Consultores preparó un voluminoso estudio. En sólo 12 días del actual mes de junio, el país se sacudió con imágenes de sangre procedentes de todos los rincones de México. Se trató de asesinatos y masacres ocurridos en lugares tan distantes entre sí como lo son Chiapas, Chihuahua, Guanajuato, Morelos, Tamaulipas, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Sonora, Zacatecas y Querétaro.En esos días se registraron 971 homicidios dolosos: un promedio de 80.9 diarios. Esos homicidios engrosan la cifra de más de 158 mil muertes violentas ocurridas. El reporte consultado es una radiografía que explica esa violencia y habla de una crisis de criminalidad sin precedentes. Según AC Consultores, en el país existen 175 organizaciones criminales.El Cártel Jalisco actúa en 427 municipios mexicanos. Los Zetas operan en 411; el Cártel de Sinaloa, en 293; La Familia Michoacana, en 103; el Cártel del Golfo, en 84; el Cártel del Noreste, en 63; Los Zetas Vieja Escuela, en 55, y el Cártel de Juárez, en 30. Hay una inmensa constelación de grupos que dominan entre 20 y 50 municipios: Los Chapitos, Los Salazar, los Guerreros Unidos, Los Rojos y La Línea, así como organizaciones menos conocidas y citadas: Los Yglesias, El Cheturo, Los Chehuis, Los Coyunda, Los Reyes y Los Terán.El documento expresa también el radio de influencia de cada uno de estos grupos. El Cártel de Sinaloa domina 674 mil kilómetros cuadrados. El Cártel Jalisco, 477 mil. El Cártel de Juárez, por su parte, mantiene presencia a lo largo de 153 mil. Las células del Cártel Jalisco se mueven en lugares cuya población abarca en su conjunto 55 millones de personas. El Cártel de Sinaloa lo hace en sitios donde habitan 36 millones. La Familia Michoacana, el Cártel del Golfo, La Unión Tepito y el Cártel de Tláhuac operan en centros donde conviven 47 millones de mexicanos.Sólo dos grupos, como se ha dicho, operan en más de 20 estados. Del Cártel Jalisco no se reporta presencia en Sinaloa, Durango, Coahuila y Campeche. En el resto del país hay actividad de sus células. Según el documento, el Cártel de Sinaloa tendría también presencia en casi todos los estados, a excepción de algunos como Tamaulipas, Michoacán, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo. De las 175 organizaciones registradas, sólo 39 actúan en dos estados o más. Un total de 136 se mueven en sólo un estado de la República. De acuerdo con el estudio, existe un promedio de alrededor de 9.5 grupos criminales en cada estado de la República. La Ciudad de México es la excepción: se registran 216% más organizaciones que en el resto del país. El estudio detecta la imparable actividad de 30 grupos delictivos en la capital de México. Los más grandes son La Unión Tepito, La Fuerza Anti Unión, el Cártel de Tláhuac y células de La Familia Michoacana. Pero operan también grupos locales como el de Juan Balta, Los Tanzanios, Los Canchola, Los Rodolfos, Ronda 88, Los Molina, El Maestrín, El Hércules y El E.T. Según el documento, en la capital del país también existe presencia del Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación y los Guerreros Unidos.Como dato relevante, el informe señala la presencia de organizaciones de colombianos y venezolanos (muchos de ellos dedicados al gota a gota) cuya actividad ha sido ubicada en 23% del territorio de la ciudad. En su totalidad, estos grupos ponen en riesgo potencial a 8.6 millones de habitantes. Los municipios más críticos serían las alcaldías de Gustavo A. Madero e Iztapalapa, las cuales registran la presencia de 13 grupos criminales, lo que las coloca en el mismo rango de Tepalcatepec, Michoacán (con 15 organizaciones) y Ciudad Juárez, Chihuahua (12 grupos).En la lista de alcaldías del país con mayor presencia del crimen organizado están las oaxaqueñas Asunción Ixtlaltepec, Chahuites, Ciudad Ixtepec, El Espinal, Guevea de Humboldt, Ixpantepec Nieves, Juchitán de Zaragoza, Magdalena Tlacotepec y Reforma de Pineda, con nueve grupos cada una. En ese rango se encuentran Ecatepec, en el Estado de México, y Mexicali, en Baja California. Otros estados del país que superan la media nacional en cuanto a presencia del crimen organizado son Michoacán, donde se contabiliza la presencia de 24 grupos; Sonora, donde actúan 19; el Estado de México y Chihuahua, con 18 cada uno; Oaxaca, con 16; Guerrero e Hidalgo, con 14, respectivamente, así como Morelos y Puebla, con 11 grupos detectados en cada estado.El estudio concluye que la presencia mayoritaria del crimen organizado en el país, medida incluso en kilómetros cuadrados, corresponde a los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa; y que en 49% del territorio se han asentado grupos como el Cártel de Juárez, Los Zetas, Los Salazar, el Cártel del Noreste, el Cártel del Golfo, La Línea, Los Chapitos y Los Zetas Vieja Escuela. El Cártel Jalisco tendría en riesgo de seguridad —con sus respectivos efectos sociales y económicos— a 43.5% de la población de México. El Cártel de Sinaloa, a 28.6%. Es la radiografía del avance del crimen organizado hasta 2023, el retrato de un país inmerso en una crisis de criminalidad sin precedente.FS