Las lluvias que han caído en Chiapas en las últimas dos semanas siguen causando estragos en comunidades habitadas por indígenas tzotziles y tzeltales de los pueblos de Simojovel y Sitalá.Una portavoz de un grupo de la sociedad civil que busca ayuda para los damnificados informó que en la comunidad El Porvenir Vinote, a hora y media de la cabecera municipal de Simojovel, hay 40 familias de damnificados que requieren de ayuda humanitaria.Las familias se encuentran refugiadas en casas de familiares ubicadas en zonas seguras, pero a dos semanas de haber dejado sus hogares los alimentos empiezan a escasear.En Pueblo Nuevo, municipio de Sitalá, 180 familias dejaron sus casas ante el temor de que fueran arrastradas por ríos y arroyos o soterradas por deslaves.En ambas comunidades, las familias abandonaron sus hogares amenazadas por las lluvias que dejó a su paso el huracán "Eta".Las comunidades El Porvenir Vinote y Pueblo Nuevo están aisladas, pues los caminos quedaron obstruidos por deslaves. El acceso se ha complicado aún más porque sigue lloviendo y eso obstaculiza el ingreso de maquinaria pesada para abrir el camino y llevar víveres a los damnificados."Apenas estamos iniciando con la colecta de alimentos y el propósito es llevar la ayuda hasta las comunidades", dijo Mayra Molina, del grupo que Colecta Ayuda.Para este sábado se pronostican lluvias fuertes a muy fuertes en la mayoría del territorio chiapaneco.Las lluvias que trajeron la depresión tropical "Iota" y el frente frío 13 han provocado 14 deslaves en nueve municipios, lo que ha afectado a 559 familias.JM