A partir del próximo ciclo escolar en 2025, los estudiantes de tercer año de secundaria en la Ciudad de México y el Estado de México no tendrán que presentar el tradicional examen de ingreso para acceder al nivel medio superior. Este cambio aplicará para instituciones como las preparatorias de la UNAM, el IPN, CETIS, CONALEP y el Colegio de Bachilleres, entre otras.La medida, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y desarrollada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), pone fin a la evaluación estandarizada del Comipems, que durante años fue un requisito indispensable para los jóvenes que buscaban ingresar a instituciones de educación media superior. Cada año, miles de estudiantes realizaban esta prueba para competir por un lugar en las escuelas y carreras de su preferencia.El anuncio oficial fue realizado el pasado 19 de noviembre por Mario Delgado, titular de la SEP, quien afirmó que el nuevo modelo de asignación será más inclusivo. Según Delgado, el objetivo es garantizar que todos los jóvenes tengan acceso al bachillerato, sin depender de un examen único que, en muchos casos, representaba una barrera para su continuidad educativa.El nuevo esquema de admisión se basará en un modelo similar al utilizado en Estados Unidos, donde los estudiantes solicitan su ingreso a los planteles más cercanos a su domicilio, organizados en distritos escolares. Para implementar este sistema, las instituciones deberán ofrecer una gama completa de carreras técnicas y perfiles académicos que permitan a los alumnos continuar sus estudios en nivel superior.Con este enfoque, cerca de 300 mil jóvenes que egresarán de secundaria en 2025 podrán inscribirse directamente al nivel medio superior con su certificado de estudios, sin importar el promedio obtenido. La intención es eliminar las barreras que dificultaban el acceso a la educación, promoviendo mayor equidad en el sistema educativo del Valle de México.Aunque el cambio impactará a la mayoría de las instituciones de bachillerato, las escuelas pertenecientes a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al Instituto Politécnico Nacional (IPN) mantendrán su autonomía para decidir cómo asignarán sus lugares.No obstante, la presidenta Sheinbaum sugirió que estas instituciones eviten la aplicación de pruebas de conocimientos, en línea con los principios de inclusión y acceso universal que guían esta nueva política educativa.La Secretaría de Educación Pública ha iniciado mesas de diálogo con entidades educativas como la UNAM, el IPN y el Colegio de Bachilleres para garantizar una transición ordenada hacia este nuevo modelo. La intención es que el proceso de asignación sea fluido y que los planteles estén preparados para recibir a los estudiantes bajo esta nueva dinámica de acceso.BB