El secretario Estatal de Salud de Nuevo León, Manuel de la O Cavazos, afirmó que el asilo de ancianos "Luis Elizondo", de Ciudad Guadalupe, donde se registró un brote de coronavirus, será cerrado y la totalidad de los residentes serán hospitalizados porque representan un grupo muy vulnerable y en pocas horas puede deteriorarse su estado físico, pasar a una situación crítica y morir.El funcionario señaló que hasta las 15:00 horas de este jueves habían sido trasladados a hospitales públicos y privados 42 de los 92 ancianos que estaban en la casa de reposo, y hasta el momento se tienen los resultados de 47 infectados; tres entre el personal que los atendía. Para la dependencia estatal, todos los demás son sospechosos de haber contraído COVID-19.Comentó que mientras se termina el traslado de todos los residentes del asilo, y se procede al cierre temporal, personal del Hospital Metropolitano de la Secretaría Estatal de Salud se hará cargo de atender a los adultos mayores, pues tres empleados dejaron de laborar porque contrajeron coronavirus, mientras que otros, por miedo a contagiarse, se ausentaron.De la O refirió que hasta el momento hay cinco residentes del asilo que permanecen hospitalizados en estado crítico y están siendo evaluados para que reciban plasma de pacientes que se han recuperado.Expuso que deben actuar de manera enérgica y rápida para ayudarlos a salir de la enfermedad, porque es un grupo cuya salud se puede deteriorar en pocas horas, porque presentan problemas agregados de diabetes, hipertensión y otros padecimientos.Señaló que de acuerdo a lo que se conoce de la enfermedad, los síntomas en los ancianos no son los mismos que en otros rangos de edad, pues ellos pueden empezar sin fiebre, sin tos, sin dolor en el pecho y sólo con dificultad respiratoria, alteraciones en el estado de conciencia, pasar más tiempo dormidos, tener delirio o baja de la presión arterial."Por eso es mucho más complejo hacer el diagnóstico y los médicos deben estar más al pendiente para detectar síntomas que no presentaban", antes de ser contagiados por el virus de SARS-CoV-2, dijo Manuel de la O.El secretario insistió en que "no falló nada" para que este brote surgiera, pues desde el día siguiente que se presentó el primer casos de COVID-19 en Nuevo León, el pasado 11 de marzo, se tomaron medidas para asilos y penales, como son la prohibición de visitas y la entrada de proveedores, al tiempo que se reforzaron las medidas sanitarias para el personal como los filtros para tomar la temperatura, el lavado frecuente de manos y usar equipo de protección tipo hospitalaria.Luego de este brote, aseguró Manuel de la O que se realizará una intensa supervisión en los 102 asilos del estado que atienden a una población de tres mil 080 personas de la tercera edad con mil 660 empleados. Indicó que se han girado instrucciones para que, aunque se les pague el doble o el triple, los empleados se queden a vivir en los asilos y sean relevados a los 14 días, porque en sus traslados pueden contagiar a los residentes.JM