Con cuatro mil flores, indígenas mayas tzotziles, del estado de Chiapas, adornaron el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en la ciudad de San Cristóbal de las Casas.Martín Montejo Cruz y su familia cumplen cinco años consecutivos donado las flores, entre ellas rosas, como una forma de agradecimiento a la Virgen de Guadalupe, que celebra su día el 12 de diciembre y quien, según sus creencias los ha protegido y le ha concedido vivir un año más a pesar de la pandemia."Y en agradecimiento por las bendiciones de la virgen es que toda mi familia participa, todos cooperamos para todo, las flores y la música y con gran devoción venimos al Santuario", dijo.Martín contó que todo empezó cuando el párroco Guillermo, ya fallecido, lo invitó a la celebración de sus 30 años de servicio y le pidió su ayuda y colaboración."El padre me dijo que si lo ayudaba con el arreglo floral de la iglesia hace cinco años, lo platiqué con mi familia más cercana y dijeron que sí y después me comprometí", relató contento.La intensa labor en la ornamentación duró alrededor de unas 16 horas.Desde la una de la mañana Montejo y su familia llegaron al atrio principal de la iglesia y mientras las mujeres cocinaban y preparaban el café, el desayuno y la comida, los hombres desplegaban los rollos de flores, en especial de rosas.Tras esta decoración, uno de los hijos de Martín, José Feliciano, ya está pensando en el próximo año y dice que para 2022 buscarán superar las cuatro mil flores.Dijo que ese adorno es una forma de agradecimiento a la virgen y a la protección que les ha brindado durante la pandemia de la COVID-19 que afectó fuertemente a los pueblos indígenas de Chiapas.Mientras terminaba con los últimos detalles José dijo que esperaba que para el siguiente año "se mejoren tanto la cosecha como la venta de flores ya que desde 2020 bajó la producción y la economía se desplomó".Para esta ocasión los floristas realizaron un diseño con la imagen de la también llamada "Virgen Morena", acompañada de dos ángeles en medio de un jardín de flores y para ello utilizaron: rosas, gerberas amarillas, blancas y naranjas, claveles, lilas y follaje.Tras su conclusión, las tres estructuras florales, con un peso aproximado de 100 kilos, los tzotziles, fueron colocadas en el templo al compás de la música tradicional del pito y el tambor.En cuanto a los gastos, los floristas estimaron que invirtieron unos 90 mil pesos.Ya con la decoración lista, los visitantes quedan sorprendidos por el diseño y el ritual que los indígenas mayas tzotziles eligieron para festejar los 490 años de la aparición de la virgen ante Juan Diego el próximo 12 de diciembre. AF