El martes pasado, mientras viajaban en una comitiva integrada por 130 personas, 67 ejidatarios de Altamirano, en Chiapas, fueron privados de su libertad por un grupo de 20 hombres armados. El resto logró escapar. Ayer, durante una entrevista con un medio televisivo, familiares de las víctimas refirieron que 44 fueron liberados, mientras que 23 siguen en manos de los plagiarios, por lo que pidieron que no les hagan daño. En agosto pasado, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que el aumento de violencia en algunos puntos de Chiapas es por la disputa de grupos criminales.“¿Qué está pasando en Chiapas? Parece que se está llevando a cabo una lucha entre grupos para dominar la zona”, precisó el Mandatario mexicano en ese entonces. El 9 de octubre anterior agregó que 15 mil elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional forman parte del operativo de seguridad en la Entidad, dos semanas después de que presuntos integrantes del cártel de Sinaloa desfilaron en Frontera Comalapa. “Entre más culturas originarias se manifiesten, se expresen, se conserven, se preserven, menos violencia (habrá), porque en donde se conservan las tradiciones, las costumbres, la lengua, la organización social comunitaria, hay mucha más fraternidad”. CT