El narcotraficante Rafael Caro Quintero, capturado el viernes en Sinaloa, fue informado este fin de semana de su situación jurídica: está detenido provisionalmente con fines de extradición a Estados Unidos (EU) por los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa y secuestro y homicidio de un funcionario estadounidense, el agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, cuya tortura y muerte tuvo lugar en 1985.Un funcionario federal que pidió el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones confirmó ayer que la notificación se hizo el sábado y que tuvo lugar de forma virtual entre un juez con sede en el Reclusorio Oriente de Ciudad de México y el detenido, encarcelado en la prisión de alta seguridad de Almoloya, a 85 kilómetros al oeste de la capital.No hubo audiencia pública porque el caso de Caro Quintero se abrió cuando en México estaba en vigor el anterior código penal que no las exigía.Caro Quintero, considerado uno de los “padrinos” del narcotráfico mexicano, era uno de los fugitivos más buscados por el FBI –había una recompensa de 20 millones de dólares por su captura– desde que en 2013 fue liberado de una cárcel mexicana por un aparente error judicial después de llevar encarcelado casi tres décadas por el asesinato de Camarena y de un piloto mexicano. Con la notificación del sábado se inicia el procedimiento legal para lograr la extradición a Estados Unidos, que lleva 30 años intentando sentarle en el banquillo de los acusados. El secretario de Justicia Merrick Garland dijo el viernes que se buscaría la “extradición inmediata”.Caro Quintero tenía otras dos órdenes de captura en México pero la que se ejecutó fue la de fines de extradición que data de 2013, indicó el funcionario. Fue interpuesta por Estados Unidos tras su salida de la cárcel, una liberación que aunque pronto fue revertida por las autoridades mexicanas, provocó la indignación de Washington porque el capo desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Según las autoridades estadounidenses, volvió a sus actividades delictivas.