El horario de verano es la acción de adelantar una hora tu reloj durante el periodo de mayor insolación del año, y este 2022, desde la noche del 2 de abril es el momento de hacerlo. Este cambio se instauró en 1996 por el presidente Ernesto Zedillo, ya que señaló en un decreto que propiciaría una importante disminución en la demanda de energía eléctrica, así como una importante reducción en el consumo de combustibles utilizados para su generación. A su vez, contribuiría a disminuir la emisión de contaminantes.El doctor Hermes Ulises Ramírez Sánchez, profesor investigador del Departamento de Física del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), analiza este cambio que ya tiene casi 26 años en el país y para él realmente no hay un ahorro en la población en general.“Lo hemos estado aplicando más por conveniencia económica política que de un ahorro real en los bolsillos de las personas, los empresarios dicen que sí les ha ayudado, pero igual si le preguntas al ciudadano, te van a decir que no le sirve de nada porque si se levanta más temprano tiene que prender la luz. Lo que no consume durante la tarde noche, lo va a consumir en la mañana. En la aplicación del ciudadano normal no se ve reflejado”, comentó.Ramírez Sánchez considera que, en cuestión de salud, solamente son afectaciones del sueño y alimentación durante las primeras dos semanas.“Durante los primeros días tanto en la aplicación del horario de verano y después retomar el horario de invierno, sí hay algunos trastornos que se pueden presentar en las personas porque el cuerpo se tiene que habituar a las condiciones, cuesta dos o tres semanas, y en algunos casos hay gente que le cuesta más adaptarse a las condiciones. Es cuando registran insomnio, pérdida de apetito, que es una condición lógica cuando cambiamos en nuestro horario”, dijo.Por la latitud de México, Hermes Ulises Ramírez dejaría un solo horario.“De acuerdo a nuestra latitud dejaría un solo horario, eliminar los dos horarios que nos retribuyen en la parte de ahorro enérgico y económico, no le veo ninguna razón de ser, nos evitaría muchos problemas con las personas, puede traer falta a los trabajos que llegaron tarde y ahí más pérdida económica que beneficio a nuestra latitud es un solo horario beneficioso. Dejaría el de invierno”, señaló.JM