Con las elecciones del 1 de julio a la vuelta de la esquina, ya están casi listos los frascos llenos del pigmento indeleble, una formulación secreta creada para garantizar que no haya irregularidades en el voto.El creador de la composición, Filiberto Vázquez, contó a que esta elección es especial al haber "más tensión política y más democracia", por lo que espera que ninguna persona pueda votar dos veces gracias a su pigmento, que gracias a una reacción química logra que la mancha permanezca más de 12 horas en la piel humana.El maestro de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) rememoró que fue en 1993 cuando creó este pigmento, en sus horas libres, mientras trabajaba creando tinta para periódicos.En aquel entonces, el Instituto Federal Electoral, hoy Instituto Nacional Electoral (INE), lanzó una convocatoria internacional que finalmente reconoció el mérito del talento nacional."Concursé con una muestra chiquita y gané. Desde entonces la tinta se ha vendido a muchos países", recordó orgulloso el veterano químico, que tardó solo medio día en inventar la fórmula, "convencido de que iba a funcionar".La composición creada logra impactar directamente a las células, garantizando que esta dure hasta ocho días en la piel, dependiendo de la regeneración celular de cada persona."Al pegarse el compuesto químico al núcleo de las células, ya no puede por ningún medio descomponerse o recolorar, sino que se borra cuando la piel de la mano se regenera en distintas velocidades de acuerdo con la persona", detalló.Vázquez insistió en que es imposible que el aguarrás u otros solventes comunes para eliminar tinta desprendan el pigmento, asegurando que para hacerlo "uno tiene que arrancarse la piel".En las instalaciones del IPN, las máquinas funcionan a toda velocidad y ya están cerca de terminarse los 314 mil 532 aplicadores del pigmento, que el día 1 de julio serán una clave para evitar irregularidades en la votación.Trabajadores de la institución entran, enfundados en máscaras antigás y monos de trabajo, a una sala en la que se respira el fuerte hedor del pigmento, similar al amoniaco.Un tanque alberga incontables litros del líquido que de manera automática son inyectados a presión a los frascos que los empleados manipulan con sumo cuidado, cerciorándose de que se introduce la cantidad exacta.Después, se cierran herméticamente los recipientes y se dejan en una cinta transportadora que los desplaza hasta otra sala, donde otros tantos trabajadores plastifican las unidades y las empaquetan.Una vez terminado el proceso, los recipientes se meten en cajas, sumando un total de tres mil 322 con su correspondiente etiquetado para que no exista la menor duda a la hora de distribuirse por los colegios electorales.Las cajas se identifican con dos etiquetas, una blanca donde va la entidad federativa, el número de distrito y el número de frascos para cada una de ellas; y otra más grande, de color, donde se recalca de nuevo el número de distrito para una mayor facilidad en la distribución.Cada frasco aplicador puede pigmentar hasta 750 dedos pulgares, contó Manuel González, asistente del creador del pigmento.Explicó el correcto uso del aplicador, cuyo primer paso consiste en desprender el activo de seguridad y esperar cerca de 20 segundos a que el líquido manche de color café la punta aplicadora. Una vez listo, se extiende suavemente sobre la piel unas 5 o 6 veces para cerciorarse que el compuesto hace el efecto deseado.Después, el elector solo tiene que dejar su huella dactilar en una lista al acudir a votar a una casilla electoral, y esperar a que el pigmento se borre de su piel.A menos de dos meses para que se celebre la votación, en que los ciudadanos elegirán al máximo mandatario para el próximo sexenio y a otros tres mil 400 cargos públicos, el líquido imborrable ya está listo para evitar cualquier intento de que se distorsione la voz del pueblo.IM