La Arquidiócesis de México llamó a la población a mantener la unidad, a ser artífices del cambio a partir de uno mismo y de esa manera colaborar con las autoridades.A través del editorial "Unidad para vencer al enemigo", publicado en el semanario religioso "Desde la fe", se invitó a los mexicanos "a convertirse en espacios de unidad que permita encontrar soluciones a cualquier situación que impida avanzar en la construcción de un país más humano y fraterno".El texto retomó el mensaje de Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el cual argumenta que cada persona debe dar lo mejor de sí mismo para poder exigir a otros que también lo hagan. "Es verdad que no todos responderán de la misma forma, pero eso no debe ser motivo para que desfallezcamos", dijo el también arzobispo de Monterrey.La Arquidiócesis encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes aseguró que los mexicanos deben tomar en serio el mensaje del Papa Francisco de fortalecer la unidad para alcanzar la paz."Esta es una de las grandes apuestas del Papa quien a lo largo de más de cinco años de pontificado no ha tenido empacho en convocar a los más variados sectores de la sociedad para dialogar, algo que, incluso, le ha traído duras críticas por parte de algunos sectores ultraconservadores".El artículo enfatizó en que para el pontífice es claro que sin unidad en los pueblos, culturas y personas es imposible llegar a la paz mundial pero para lograrlo se debe trabajar desde casa, en la familia y comunidad."Sólo de esta manera, la familia católica puede ser sal y luz para los otros, principalmente en una sociedad sedienta de auténticos valores que logren frenar las divisiones, una sociedad cansada de respirar el tufo de los conflictos, una sociedad deseosa de sanar las fracturas para comenzar de nuevo".La Iglesia católica concluyó que cada ciudadano es clave para aportar en la reconstrucción del país."Para ello es fundamental ser signo de unidad para la sociedad, y sobre todo, estar alertas para no caer en la tentación de creernos buenos, mejores que los otros, pues es así como el divisor prepara el terreno para sembrar la cizaña que históricamente tanto daño nos ha causado".JB