Antes del sismo del 19 de septiembre pasado, el Gobierno de la Ciudad de México había detectado que en la ciudad existían 270 mil inmuebles que podrían tener vulnerabilidades estructurales ante sismos de gran magnitud.En el informe Modelo para Prevenir Riesgos de Colapsos Masivos ante la Presencia de Movimientos Telúricos de Gran Magnitud, enviado al Senado en respuesta a varios puntos de acuerdo presentados por la Comisión Permanente, la administración capitalina señala que las escuelas están en alto riesgo estructural.El texto, elaborado por Instituto para la Seguridad de las Construcciones capitalino, expone que en 2016 se solicitaron diversos dictámenes estructurales a 278 escuelas, en los cuales se detectó que 176 necesitaban mantenimiento ordinario; 80 mantenimiento mayor y 22, rehabilitación.En los inmuebles de uso habitacional realizó 179 dictámenes estructurales en los que se encontró que en 99 casos había un alto riesgo estructural, 30 requerían mantenimiento y 49 necesitaban diversas respuestas.Como parte de las acciones aplicadas en el último año respecto a las medidas de seguridad en las edificaciones que pudieran representar un riesgo mayor, se dijo que se detectó que, según estudios elaborados por instituciones de gran prestigio, diversos proyectos estructurales de nuevas edificaciones presentan errores en sus cálculos, anomalías, omisiones y malas interpretaciones en la aplicación del Reglamento de Construcciones de la Ciudad y normas complementarias, por lo que es necesario crear un mecanismo de control que indique las deficiencias al aplicar la normatividad y hacer correcciones.