Aunque en nuestro país existen santuarios dedicados a la protección y conservación de esta especie, lo cierto es que siguen en riesgo de desaparecer de los canales de Xochimilco en la Ciudad de México. El hábitat de estos pequeños anfibios se ha visto comprometido en sus últimos años debido a la contaminación del agua, el calentamiento global, el tráfico ilegal y la introducción de especies invasoras, lo que ha disminuido drásticamente la población de la especie. En este sentido, la Dra. Tania J. Porras Gómez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO), ha señalado que en la última década, la cantidad de ajolotes disminuyó más del 90 por ciento, pasando de 6 mil a solo 36 individuos.Si el ritmo de desaparición sigue así, es posible que para 2025 la especie pueda extinguirse por completo de los canales de Xochimilco, en la vida silvestre. Algunos especialistas de la Universidad Autónoma de México (UNAM) están trabajando en un estudio que averigüe sobre la capacidad de regeneración de los órganos reproductores del ajolote, esto con propósito de recuperar y restablecer la población del mismo. Una de las características más fascinantes sobre estos pequeños renacuajos es que tienen una capacidad regenerativa sorprendente. Los ajolotes pueden regenerar órganos y tejidos, e incluso recuperar extremidades perdidas. Esta cualidad podría ser clave para su conservación. Afortunadamente, los ajolotes suelen vivir mucho tiempo, aproximadamente 15 años de edad si se alimentan bien y su entorno se encuentra en buenas condiciones. No obstante, la esperanza de vida se ha visto reducida por la introducción de otras especies a su hábitat, las cuales pueden utilizarlos como alimento. Del mismo modo, la caza y el tráfico ilegal también han ocasionado que estos diminutos amigos vivan menos tiempo del que deberían. CM