Durante los meses de confinamiento por la pandemia de COVID-19, en muchos hogares mexicanos incrementó la frecuencia de agresiones y violencia intrafamiliar, sin embargo las denuncias formales de estos hechos apenas comienzan a presentarse con el regreso paulatino a la llamada "nueva normalidad".Junto con el aislamiento, las familias mexicanas padecieron desempleo, pérdidas de ingresos y también inseguridad económica y alimentaria. "Todo esto fueron barreras para que las mujeres pudieran salir del círculo de la violencia, y pudieran dejar a sus agresores o activar redes de apoyo", señala Julieta Morales Sánchez, maestra y doctora en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Castilla-La Mancha. A decir de las especialistas que participaron en el foro "La violencia contra la mujer en tiempos de la pandemia del COVID-19" organizado por Periódicos Asociados en Red y la Fundación Miguel Alemán, no es de extrañar, que en algunos casos, las mujeres no podían salir de casa para denunciar y ni siquiera podían hacer llamadas al 911 porque estaban en permanente contacto con el agresor.Esto puede explicar que según datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, en abril y mayo hubo 74 víctimas por mes, según las denuncias presentadas ante las fiscalías y procuradurías en todo el país, sin embargo en junio la cifra alcanzó las 99.Sin embargo, "con el desconfinamiento viene el incremento de denuncias y ahora también se tiene el gran temor de rezagos que obstaculicen el acceso a la justicia a las mujeres sobrevivientes de violencia", dice Morales Sánchez.De acuerdo a lo dicho por la investigadora social Layda Negrete, de toda la gama de delitos, el de violencia familiar es el que más se denuncia, por lo tanto se espera que en próximas fechas repunte el registro oficial de casos que ocurrieron en los meses anteriores.Además, a esto se suma a una histórica falta de coordinación institucional para hacer frente a los casos de violencia de género: "No basta con encarcelar, no basta con judicializar los casos, y cada caso es diferente (...) Desde antes de la pandemia ya veíamos a una autoridad que era incapaz de hacer frente a este delito, es como una pared. Es ir a denunciar para archivar el caso", expone Negrete, quien es maestra en Derecho y en Política Pública por la Universidad de California en Berkeley y licenciada en Derecho por el ITAM.Rosario Guerra Díaz, politóloga, ex diputada y maestra en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, coincide al respecto y enumera las falencias a nivel nacional."Muchos estados no cuentan con la coordinación necesaria entre el 911 y la atención de los Institutos de las Mujeres. No hay suficientes refugios, tampoco hay personal capacitado para la ayuda médica, psicológica o jurídica o de orientación y capacitación para el empleo, lo cual obliga a las mujeres y sus hijos a regresar al domicilio y seguir con los abusos de los que son víctimas", dijo en su participación.Todas las voces que participaron en el foro "La violencia contra la mujer en tiempos de la pandemia del COVID-19", organizado por Periódicos Asociados en Red y la Fundación Miguel Alemán, están disponibles para su consulta a través del video en el canal de YouTube de El Universal.