En Guerrero, el paso del huracán “Otis” dejó a 46 personas fallecidas y otras 52 no localizadas. Actualmente, 90% de la electricidad ha sido restablecida en toda la Entidad. El huracán “Otis” tocó tierras mexicanas el pasado miércoles 25 de octubre a las 00:25, con la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, lo que causó la destrucción de calles, hoteles, edificios, casas, escuelas, vehículos, dejando a miles de personas incomunicadas, sin luz, hogar, trabajo, agua o comida.Cientos de personas se han movilizado para enviar apoyo, donar algo en los centros de acopio. Además, gracias a los medios de comunicación, sabemos cómo se encuentra la situación de los pobladores y las historias de apoyo o esperanza. Por esta razón, se ha realizado una recopilación de las experiencias que han vivido.El viento empezó a levantar los techos de las casas y a los animalitos, cuenta Alondra.Alondra, de 31 años, tiene un bebé de un año y otro de 10. Sufrió pérdida total, al igual que su hermana y su prima en Coyuca de Benítez, en la Costa Grande de Guerrero, considerada una de las zonas con mayor afectación por el paso del huracán “Otis”.“El viento empezó a levantar los techos de las casas, hasta los animalitos, los gatitos volaron. Uno estuvo en el corredor y quedó muerto con su carita desfigurada. Era tan fuerte el aire que la verdad, a mis 31 años, nunca había pasado algo como esto. Incluso adultos mayores de más de 60 años dicen que no habían visto algo así”, relató Alondra, quien también experimentó el huracán “Ingrid” y “Manuel” en 2013, hace 10 años.Para Alondra, “el dinero no sirve porque no hay qué comprar o no te dejan comprar”. Además, la gente tiene miedo de sacar dinero porque los han asaltado. “A un muchacho le abrieron la cajuela en Acapulco y le sacaron todas las despensas que traían para acá”.Alondra contó que año con año, en la temporada de lluvia, al vivir al borde del río Coyuca de Benítez, “uno alza sus cositas cuando ve que ya la lluvia tardó dos días o tres días por si acaso entra el río, para que no se nos mojen”, explicó. Sin embargo, se siente mal “porque uno de adulto dice, nos vamos a aguantar el hambre, pero los niños no”.Ezequiel y Víctor sobrevivieron al huracán mientras intentaban proteger las lanchas con las que se ganaban la vida.“Estaba cuidando mi barco. Llegó el huracán y estuve aguantando, pero fue fuerte y me aventó la ola con todo y barco a la playa, y ya no pudimos hacer más. Le doy gracias a Dios por otra oportunidad de vida. Bendito sea el Señor que la libré. Yo ya me hacía perdido, no reaccionaba y la ola me aventó a la calle y por el impacto quedé inconsciente, hasta que me rescataron”, relató Ezequiel Gómez Chávez.Ezequiel comentó que estuvieron realizando recorridos, por lo que se percataron de que “están sacando muchos muertos; ya fuimos a un recorrido en la panga, nosotros y hay un compañero que perdió tres ayudantes, y los estuvimos buscando para ver si los encontramos, pero nada. Sí, están saliendo muertos, apenas salieron dos ahí”.“A varios se los llevó el mar abierto”, dijo Víctor Manuel Hernández Pérez. “Varios de los que se fueron a refugiar a la costa, se los llevó el mar abierto. El día del huracán aquí estuve cuidando una embarcación y nos agarró como si fuéramos papel; nos aventó a todos, el que alcanzó a saltar y el que no alcanzó. Desgraciadamente, varios muelles se hicieron pedazos, no hay nada más. Donde usted se pare huele mal”, refirió mientras señalaba al montón de yates que fueron arrastrados.Habitantes de diversas colonias aprovecharon la penuria e ingresaron en grupos a diversos establecimientos, como la Bodega Aurrera, Soriana, Elektra, Office Depot, Coppel, Oxxo, y zapaterías, para llevarse productos de primera necesidad, aparatos electrónicos, electrodomésticos, refrigeradores, colchones, lavadoras, motocicletas y bicicletas.“Llevamos ahora un colchón porque es donde vamos a dormir”, dijo María de los Ángeles Domínguez Palacio, vecina de la colonia 2 de febrero, una de las más afectadas por el ciclón de categoría 5, durante un recorrido.“Está durísima la rapiña, le dieron con todo y acabaron con todo, ya no hay más de dónde robar. Algunos lo hicieron por necesidad, otros por fregar”, señaló Luis Roberto, quien sentado en una silla vigilaba una gasolinería devastada sobre la calle Niños Héroes, en la colonia Progreso. La alcaldesa de Acapulco, Abelina López, comentó que “Quizá de afuera nos vean feo cuando uno ve cosas de ciudadanos tomando cosas que no son de ellos. Pero, no es lo mismo el que te ve de afuera al que vive este momento. Entonces, yo le llamaría una cohesión social, una salida”.Por otra parte, empleados de la taquería Don Rey, ubicada en 5 de febrero 301, en la Colonia Obrera de la alcaldía Cuauhtémoc, acudieron al puerto de Acapulco, Guerrero, para darles comida a los damnificados debido a la escasez de alimentos que existe.La taquería regaló aproximadamente 120 kilos de tacos al pastor para todas las personas que habitan en la zona afectada por el huracán “Otis”. Por medio de sus redes sociales informaron sobre su intención por si alguien más quería donar en especie o económicamente.En su publicación de Facebook, informaron que llevarán un taco de solidaridad en caso de que alguien quiera unirse o apoyar. Estaban invitados para que puedan llegar a más personas que lo necesitan.En una imagen captada por la página de Facebook “Fotografía para tus ojos”, se ve al pequeño sonriendo mientras carga en una mano su bolsa llena, al parecer, de dulces.El ingenioso disfraz consta de una bolsa de basura de color blanco, a la que le hicieron los respectivos orificios para que pasen la cabeza y los brazos. Además, porta una rama de árbol en un hombro y las palabras “huracán Otis” en la parte delantera.La sonrisa del pequeño contrasta con la destrucción que se ve a su alrededor, resultado del paso de “Otis” el pasado 25 de octubre.La escena ha causado comentarios positivos en las redes sociales, donde celebran que pese a la adversidad, los niños siguen adelante y con la mejor actitud.“Zadrigman” es un influencer con un traje que representa el superhéroe de los animales. Organizó una colecta para llevar croquetas, agua y otros víveres a Acapulco.El superhéroe de los animales comentó que la llegada fue difícil debido a los actos de rapiña; no obstante, él y su equipo pudieron llegar hasta los lugares afectados.En tanto, Leticia Varela, la ex titular de la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), informó que dio alimento y agua a decenas de perritos en situación de calle tras el paso del huracán “Otis” por Acapulco. “Los vecinos, aun con todas sus limitaciones, están cuidando de estos lomitos que tienen hambre y sed”.De acuerdo con Varela, se calcula que en Acapulco hay al menos 100 mil perros y gatos en situación de calle. “Increíble que las personas afectadas por ‘Otis’ también están cuidando de ellos”, señaló.Una mujer integrante de los elementos de seguridad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México amamantó a un bebé de cuatro meses de una familia víctima del paso del huracán “Otis” en Guerrero. Arizbeth Dionicio Ambrosio es madre de dos hijos y lleva tres años en la policía. El pasado 26 de octubre, llegó a Acapulco junto con su binomio canino para ayudar con la búsqueda de personas.La mujer comentó que durante las entrevistas con los damnificados escuchó el llanto del bebé, por lo que se acercó a la madre para ver qué tenía el menor. La respuesta fue que el bebé estaba inquieto porque tenía hambre.El Universal La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana emitió, en 47 municipios de Guerrero, una Declaratoria de Desastre Natural por lluvia severa, vientos fuertes, inundación fluvial y pluvial tras el paso del “Otis”, con lo que se liberan recursos del Gobierno federal para atender a la población damnificada. Por otra parte, revertir el daño que causó el huracánrequerirá entre 200 mil y 300 mil millones de pesos, dijo el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora. Árboles y techos derruidos, habitaciones revueltas. La casa del fallecido actor estadounidense Johnny Weissmüller, el más popular de los intérpretes de Tarzán, sobresale entre las ruinas que dejó el huracán “Otis” en el puerto mexicano de Acapulco hace una semana.Emplazada en lo alto de un acantilado en la costa del Pacífico, de intenso color fucsia, la vieja casona fue el refugio del “rey de la selva” hasta 1984, cuando murió a los 79 años.Weissmüller quedó cautivado con Acapulco cuando grabó “Tarzán y las Sirenas” en 1948, el último filme en el que interpretó al rey de la selva.El entusiasmo de Weissmüller con el balneario creció cuando el también célebre actor John Wayne le propuso adquirir el hotel Los Flamingos, según relata el portal Museo Virtual de Acapulco.Pronto el lugar se convirtió en un refugio de Hollywood en el Pacífico mexicano.Durante años, la casa ha sido un atractivo turístico del puerto, que vivió una época dorada especialmente en las décadas de 1950 y 1960, cuando el jet set internacional se daba cita en sus lujosos hoteles.Pero la furia de “Otis”, que barrió Acapulco como un huracán de la más alta peligrosidad arrebató el brío señorial de la casona destrozando techos, mobiliario y vegetación.Ese día “estaban el recepcionista y el velador. Vivieron muy feo esto, pensaron que iba a ser pura agua, y no, fue una ráfaga de puro viento”, relata a la AFP Víctor Manuel Hernández, jefe administrativo del hotel Los Flamingos.Un letrero de loza que dice “Casa Tarzán” aún cuelga sobre las paredes.AFP El Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024 no contempla un fondo destinado a la reconstrucción de Acapulco, ni otras zonas de Guerrero afectadas por el huracán “Otis”.El proyecto, que comenzó a circular el miércoles, no contempla ningún rubro específico de apoyo a los damnificados.El grupo de legisladores afines a Marcelo Ebrard adelantó que presentará una propuesta para que un porcentaje de los ingresos petroleros sea destinado para apoyar a Guerrero, ya que los recursos de atención a desastres naturales son insuficientes.Por tanto, existe la posibilidad de que pueda incorporarse en la discusión del dictamen en el pleno de San Lázaro que iniciará este viernes. El Universal CT