Pese a asegurar en campaña que no endeudaría al país, el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prevé la contratación de un nuevo crédito por 1.9 billones de pesos para 2024, con el aval del Congreso de la Unión. Lo anterior se suma a los créditos solicitados durante los cinco años de su administración, pues en ese tiempo el Congreso de la Unión le ha autorizado la contratación de 3.1 billones de pesos para el pago de deuda a corto y largo plazos, interna y externa. Con la deuda prevista para el ejercicio fiscal de 2024, el total se convierte en un monto histórico que dejará a México con un endeudamiento superior al que se tenía cuando recibió la administración en 2018. En ese año, último de la gestión de Enrique Peña Nieto, el saldo era de 14.27 billones de pesos; sin embargo, se prevé que AMLO cierre su Gobierno con 16.08 billones en términos reales, de acuerdo con estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Si bien México no se encuentra dentro de las naciones de América Latina con más endeudamiento público respecto del Producto Interno Bruto (PIB), para el coordinador de Finanzas Públicas del IMCO, Manuel Guadarrama, el alto monto previsto en esta deuda representa que en el país no se están generando los recursos propios necesarios para pagar el gasto corriente, y por el contrario se ha previsto un gasto mayor que los recursos ordinarios que ingresan.*Proyección en Ley de IngresosEl Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2024 contempla un gasto de 9.1 billones de pesos, sin embargo, el Proyecto de la Ley de Ingresos contempla entradas, solamente, por 7.3 billones. De acuerdo con el coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Manuel Guadarrama, la diferencia entre ambas cifras representa la contratación de nueva deuda, luego de que el Estado dio carta abierta a un nuevo adeudo para privilegiar el gasto social, en lugar de que éstos se apliquen a proyectos de inversión a cuestiones productivas que generan un valor agregado para el país y para los mexicanos. “Lo que estamos viendo es que estos recursos que se contratarían por deuda se estarían yendo en buena medida al Desarrollo Social. Lo que tenemos aquí es que para el proyecto de presupuesto del siguiente año tendríamos un incremento de 7.6% en esta materia. Esto quiere decir que todas las medidas que implican los programas sociales y la Secretaría del Bienestar tendrían este incremento; prácticamente estamos hablando de que implica el 41% del presupuesto total y llama la atención que sea en año electoral”, indicó. De la misma forma consideró Alejandro Rodríguez Magaña, académico de la Universidad Panamericana (UP), quien señaló que este nivel de deuda ni siquiera fue visto en medio de la contingencia del COVID-19, pues se había sostenido una premisa de “austeridad”, y que incluso llevó a la desaparición de fideicomisos “para ahorrar recursos, como lo fueron, por ejemplo, el Fideicomiso destinado para los Pueblos Mágicos, el Fondo Nacional de Desastres Naturales o el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad”. “Es una forma clientelar de manejo del presupuesto en el que durante todo un sexenio se ha manejado un argumento que no es del todo real, pero que la sociedad lo ha creído de alguna u otra forma con los programas sociales que recibe. La sociedad que se está viendo beneficiada por esos ingresos, se lo está comprando”, lamentó. Sin embargo, dijo que sigue quedando pendiente en las políticas públicas actuales el combate a la inseguridad y el combate a la corrupción. “Esos dos temas siguen siendo todo lastre respecto del manejo de la actual administración, y este paquete económico. Al final tiene un contexto económico global de crecimiento que no estamos aprovechando”, dijo Rodríguez Magaña. Ante ello, los especialistas coincidieron en que es necesario que los entes en materia de auditoría y finanzas, especialistas, la academia, organismos sociales y sociedad en general, mantengan en observancia la forma en la cual se entregan estos recursos para evitar que se conviertan en una política clientelar para la atracción de votos para el partido en el poder, pues existen muchas lagunas que podrían permitir que lo utilicen como un condicionamiento.Con el monto actual de deuda que tiene México, cada mexicano, solo por el hecho de ser mexicano, ya tiene un adeudo de 113 mil pesos, considerando que estos son pagados con los impuestos que retribuye, explicó Alejandro Rodríguez Magaña, académico de la Universidad Panamericana (UP).Sin embargo, con los nuevos montos de la deuda pública del país, se prevé que se tenga un incremento de 14 mil pesos por mexicano o como se traduce en términos de economía, “per cápita”, estimando que la deuda ascienda a 127 mil pesos. “Estaremos llegando a un nivel de endeudamiento superior a todo el que teníamos antes, según lo que se plantea en este paquete económico para el 2024, lo cual va a comprometer más a cada mexicano, porque por el simple hecho de ser mexicano, de vivir en este país, ya tiene una deuda por este motivo”, explicó el especialista.Deuda acumulada del sector público federal 2018: 14.27 billones de pesos 2023: 16.08 billones de pesos Fuente: IMCO Periodo 2012 y 2018: Por cada peso de deuda se destinaron 1.34 pesos a la inversión pública Periodo 2019 y 2023: Por cada peso de deuda se destinaron 80 pesos a la inversión públicaFuente: Estimaciones según los paquetes económicos correspondientes LA VOZ DEL EXPERTOValeria Moy, directora del IMCOLa única justificación para que el Gobierno Federal pretenda gastar más de lo que recibirá es la contratación de una nueva deuda, explicó la directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Valeria Moy. Se estima que el déficit de este desfase de presupuestos ronde en 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB) en relación con la economía que produce y vende bienes y servicios suficientes para pagar sus deudas, sin incurrir en más deuda.Sin embargo, para Valeria Moy dicho déficit sería aceptable para países como México si este rondara entre el 2.5 y el 3%, pero al ser mayor la cifra lo considera como un tema grave para la economía de México.Si bien, dijo, hay países con coeficientes más altos, esto debe considerar que países "más desarrollados" tienen mejores capacidades para adquirir y saldar su deuda con recursos propios.Sin embargo, para 2024 a México no le alcanzará el presupuesto propio para pagar sus gastos recurrentes.“México se va a endeudar para seguir metiéndole lana a Pemex, para pagar salarios, para pagar pensiones y pues luego nos endeudamos más para pagar los intereses sobre una deuda que será históricamente cara, por aquello de las tasas. Habrá un déficit primario de 1.2% del PIB que a mí sí me parece francamente grave y síntoma de finanzas públicas no sanas”, consideró la directora del IMCO a través de una publicación en su cuenta de Twitter.