La marcha que conmemoró la masacre ocurrida en la plaza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, cometida por militares contra estudiantes, se tornó parcialmente violenta a la llegada de los manifestantes al Zócalo capitalino ayer.El grueso de los manifestantes se desplazó de forma pacífica desde su lugar de reunión, en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, hasta el Zócalo de la Ciudad de México.No obstante, manifestantes aislados de la marcha, pertenecientes al conocido como “Bloque Negro”, realizaron pintas y destrozos en distintos negocios durante el camino hasta el Zócalo, donde se toparon con resistencia de la Policía al intentar hacer lo propio con el edificio sede del Gobierno de la Ciudad de México. Los encapuchados lanzaron piedras, petardos y objetos incendiarios contra el edificio que fue rápidamente protegido por agentes de la Policía que, por momentos, recibieron una lluvia de objetos en posición defensiva.Al aumentar la intensidad del ataque, la Policía reaccionó haciendo uso de extintores, contra incendios, que consiguieron dispersar a la mayoría de los que protestaban.El grupo que protagonizó los disturbios mantuvo en todo momento una actitud violenta.La marcha conmemoró los 56 años de la masacre estudiantil en Tlatelolco y estuvo encabezada por sobrevivientes e integrantes del Comité 68 Pro Libertades Democráticas. Ayer, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Gobernación (Segob), ofreció una disculpa pública, en nombre del Estado mexicano, por la represión del 2 de octubre de 1968, y anunció un decreto que formaliza el perdón e instruye a contribuir a la memoria histórica de esta masacre y para que el Estado reconozca políticamente los actos perpetrados en octubre de 1968 que fueron “constitutivos de un crimen de lesa humanidad” cometido por el entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz. CT