Miles recordaron ayer la masacre que cometió el Estado el 2 de octubre de 1968 contra cientos de estudiantes, con una protesta en la que denunciaron la impunidad persistente y la creciente política de militarización del actual Gobierno.Cerca de cuatro mil personas, según cifras oficiales del Gobierno de Ciudad de México, marcharon desde la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, donde ocurrió la matanza, hasta el Zócalo frente al Palacio Nacional, donde reside el Presidente, Andrés Manuel López Obrador.“Justicia ya. No a la militarización, no a la impunidad”, rezaba la manta principal del Comité del 68, conformado por el grupo de sobrevivientes que encabezó la manifestación, en la que participaron organizaciones sociales, estudiantiles, campesinas y obreras.La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la capital desplegó a cientos de policías, quienes confrontaron a manifestantes en algunos puntos del recorrido ante la presencia de encapuchados que realizaron pintas en muros y arrojaron piedras a negocios del centro histórico.El secretario de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, reportó 40 personas embozadas con mochilas cargadas y el decomiso de un bolso con bombas molotov, pero afirmó que la marcha llegó al Zócalo “sin contratiempo”. La marcha conmemora 54 años de la muerte de más de 300 estudiantes en una masacre del Ejército y su grupo paramilitar Batallón Olimpia contra una manifestación pacífica, que ocurrió 10 días antes de los Juegos Olímpicos de 1968, durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz.La matanza marcó desde entonces a mexicanos como Enrique Dávalos, quien atestiguó las repercusiones del crimen cuando era un niño y ahora acudió a la protesta como parte del Grupo de Apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).“Hasta el momento no se ha hecho justicia, no se puede olvidar, no se puede sobrepasar eso, y, en cambio, lo que ha hecho el Estado y el Ejército es volver a asesinar”, denunció mientras ondeaba una bandera de México pintada de negro. CT